viernes, 8 de julio de 2011

El orden natural 2.

Una gran contradicción que yo veo en el dogma católico (aunque seguramente los teólogos tienen una repuesta rebuscada que sólo en los finos capilares de las justificaciones imposibles, tienen explicación) es entre el libre albedrío y las profecías.


"Estaba escrito", "como estaba escrito", "hágase tu voluntad", "para que se cumplieran las escrituras".


¿De qué se trata el libre albedrío? ¿O, como en "El abogado del diablo", no importa lo que hagas siempre te harán volver al guión?


¿El Guión Divino qué incluye? En algún lado del Nuevo Testamento dice que ya están determinadas las almas que se van a salvar y las que no. ¿Para qué medrar entonces?


¿Tiene razón Olaf Stapledon cuando en "Hacedor de estrellas" dice que Dios es un niño aún jugando con sus mundos, creando y condenando a un infierno, simplemente porque está creciendo y como todo niño es algo cruel, egocéntrico, y poco o nada empático?


Si lo que hacemos puede ser profetizado, ¿el "libre albedrío" es una engaña-pichanga para mantenernos entretenidos? Y si el libre albedrío es real, ¿las profecías sólo tienen validez mientras sus protagonistas no hagan uso de libre albedrío? ¿No es poco serio prestar oído a profecías si damos crédito al libre albedrío?


El Guión Divino, las categorías del mundo y del universo, sus relaciones, las almas ya salvadas y las condenadas, ¿se pueden alterar? ¿No será como en Matrix, que no importa lo que hagamos, hay ciertos programitas muy dispuestos a hacerse los "gambas" para traernos de nuevo al Guión?


¿Isaías era tan mal profeta-guionista que Jesús, colgado en la cruz debía recitar sus últimas palabras para que se cumplieran las escrituras y no desprestigiar a tan importante profeta?


¿Es bueno un orden natural que cuenta, desde antes de nacer, con el guión de mi vida, si moriré siendo bebé, si seré un asesino serial, si seré un mártir o un general victorioso, un altruista, un premio Nobel, un estafador o una madre abnegada?


¿Es bueno pensar que todo lo que ocurre sucede en el momento adecuado, en el lugar adecuado, que lo que hacemos era lo único que podíamos hacer, que la decisión que tomamos fue la única que podíamos tomar?


Entonces, da lo mismo lo que decidamos.


Yo no creo en esto. No creo en nada de esto.


Si es así, y creo que es precisamente el punto, no hay motivos para mejorar, no hay motivos para esforzarse, no hay motivos para aprender y mejorar el conocimiento, no hay motivos para el progreso. Pero fundamentalmente no hay motivos para oponerse a lo que ya está instituido porque "todo lo que está, está bien, en su lugar, y en su oportunidad".

Lo que hagamos, lo que ocurre ocurrirá de todos modos, sin estudio, sin esfuerzos. Si la penicilina debía ser descubierta, como de hecho lo fue, igualmente iba a ser descubierta, exactamente por esa persona y en ese lugar y fecha. Y si decidió estudiar era porque estaba escrito, no hay mérito propio.

El mérito ya no existe, es una ilusión, porque estamos impulsados por el guión, no somos nosotros, es una fuerza externa, como dicen los asesinos psicóticos, que nos impulsa a actuar. No podíamos hacer otra cosa. Al conservadurismo también le gusta que las cosas queden tal como están o si se mueven que vuelvan a su corral. Al anarco-capitalismo, le encanta pensar que sí existe el mérito y lo lanza al ruedo a competir y ganarse su lugar. Al socialismo, al comunismo y al sindicalismo, también le importa que la gente crea que algo puede cambiar, que no existe predestinación. Al anarquismo ni hablar, pura autodeterminación. ¿Cómo puede ser que ante tal profusión de ideas, sólo una facción, pequeña frente a la variedad con la que se confronta, domine millones de mentes? Las mismas mancias, las supersticiones, "combatidas" por el cristianismo (aunque con un guiño), son esos programitas gambas que nos vuelven al orden pre-establecido, aunque por izquierda, igual que la Pitonisa (Matrix).

El mundo sólo puede ser manejado si internamente creemos en el destino, en el orden natural, en que hay una forma en que las cosas deben ser. Y que naturalmente, como en un sumidero, hacia allá nos dirigiremos.


Como el Rey Blanco que no logra dominar a su lápiz porque invisiblemente Alicia lo mueve por él y "escribe toda clase de cosas que no son mi intención".


¿Es bueno un guión que incluya asesinos y violadores de niños? ¿Es bueno un guión que incluya genocidas, explotadores, usuareros, sicarios, condenados a vivir enfermos hasta el día de su muerte?


¿Es bueno ese orden natural?


¿No habrá un orden artificial donde nosotros podamos ser artífices y tomar acción que mejore el precario guión oficial?


¿Estaba escrito que yo hoy dijera esto, en un blog, posible porque millones de personas desarrollaron esta tecnología que me permite dejar mis palabras al alcance de cualquiera?


Buenas tardes








DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.



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