lunes, 22 de diciembre de 2014

Otros cobran.

Estamos tan pero tan anestesiados que nos dejamos embaucar con eufemismos y medias verdades.

Media verdad implica media mentira, o por lo menos, medio ocultamiento u omisión.

Hoy fueron varias cosas que se me juntaron en la cabeza, algunas más o menos nuevas (las circunstancias son conocidas, el caso podrá ser nuevo) y otras no.

1) Yoli publica una nota sobre brutalidad policial sobre los mismos policías entrenados y la víctima perdiendo un juicio contra su victimario. Yo recuerdo al respecto el caso de la policía mujer que fue señuelo en el 2011 para un violador, y que fue abandonada por sus compañeros, siendo finalmente abusada. El juicio se hizo este año. La media mentira en este último caso, es que fue "abandonada" y no que el plan era que fuera violada, no que era un señuelo, sino una víctima certificada. En el caso de la nota de Yoli, se ve una mujer golpeada por un instructor policial "en clase", naturalizado porque la policía es natural que sea brutal y que deba aprender a serlo. Así que había que usar a una aspirante para eso. En el otro caso, lo naturalizado era que los tipos digan que no se dieron cuenta y que todos hagan como que les creen que fue sin intención. Si todos sabemos que no es así.

2) Una reunión de "jefes" de una empresa, evento de coaching o como miércoles se llame. Un director o capo (no sé bien) dijo la consabida arenga "somos 1eros en esto, en esto otro ... bla bla... y en esto somos segundos... y lo que vamos a hacer en el 2015 es arruinar al chiquitaje para ser primeros". Natural. Arruinar a un débil está bien. Es el mercado. Son las leyes del mercado y como en el caso que publicó Yoli, si estás en el baile tenés que bailar. Nada de cambiar las reglas, nada de cuestionarlas. Si te gusta bien y sino te vas. La mejor manera es excluir los que no aceptan, perseguirlos, quitarles los medios de subsistencia. Es natural. En Marketing se estudia, en Estrategia Empresarial se estudia: Sun Tzu aplicado al mercado, best seller de los noventa. Guerra de precios, se estudia en Kotler, libro de cátedra. Si la Historia nos enseña que las guerras son útiles para un montón de cosas: diezmar la población masculina, eliminar a los jóvenes, generar negocios de reconstrucción, eliminar pueblos y su herencia.  La lógica de la guerra está tan arraigada que nos resulta fácil decir "que se venga el principito" en camisa y corbata, en una plaza durante el almuerzo de un oficina del microcentro. Que el cuerpo lo ponga otro, el otro débil, como diezmamos a los mulatos y africanos esclavos, de carne de cañón.

3) Joan falleció. Otro niño de las muchos (niñas, niños y adultos) que fallecen de enfermedades ligadas al uso de agrotóxicos y otros químicos usados en prácticas extractivas de recursos naturales. Posiblemente no se esté midiendo la correlación entre ciertas enfermedades y los niveles de contaminación o toxicidad de los ambientes. O tal vez se haga en forma pensada para no poner tan en evidencia, o tal vez sí y los medios no lo difunden lo suficiente. O tal vez ya no nos importa. Pero en algunas zonas del país, en donde ciertas prácticas de minería, de extracción de petróleo y gas y de agricultura con el uso de agrotóxicos, los niveles de enfermedades como el cáncer supera la media. La pregunta de qué podemos hacer siempre surge. Una pregunta sin respuesta, con respuestas difíciles de poner en práctica o con la peor respuesta: "y... no podés hacer nada, las cosas son así". Naturalizado el fatalismo, como si las cosas no fueran así porque lo hemos permitido, facilitado y dejado crecer por siglos de "y...las cosas son así". Las cosas son como aquellos que las hacen lo deciden y los que estamos dispuestos a no hacer nada no lo impedimos. Total, los niños que mueren son de otros, de ellos vemos ocasionalmente una foto, no los acunamos, ni nos desvelamos bajándoles la fiebre.

El punto es que es muy difícil de parar aquellos que otros cobran por hacer:

Hay gente que cobra para destruir otras empresas
Hay gente que cobra para enseñar a torturar o lastimar
Hay gente que cobra por pergeñar planes inescrupulosos para maximizar ganancias
Hay gente que cobra por desvirtuar la información que nos despierte la conciencia.

Es su trabajo. Dedican las mejores horas de su vida para eso. Las horas más descansadas.

Mientras, los que no quieren que eso ocurra tienen que dedicar, cuando pueden, las horas del descanso, las horas de la familia y los amigos para intentar con un alfiler, detener a los hoplitas pertrechados y entrenados que avanzan sin pausa. Tratar, sin continuidad de protestar inocentemente, firmar una solicitada, levantar una pancarta, pasar la noche en algún acampe.

Pero como me contaban que decía algún docente, la toma de la Bastilla la pudieron haber hecho los herreros, carpinteros y verduleros, pero al día siguiente tuvieron que ir a trabajar. Y las revoluciones terminan quedando en manos de los políticos siempre. De esos que cobran por hacer y deshacer los destinos de los pueblos.

Pido disculpas por el desorden, pero así están en mi cabeza estas ideas que vinieron y andan revolviéndome el cerebro.


Buenos días.



DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ayotzinapa.

Yo no sé si estoy "contaminada" porque me llega la versión siempre de la misma forma. No se me ocurre ninguna otra versión en la que se justifique la desaparición de 43 personas. Trato de imaginar algún argumento en defensa de lo ocurrido con los 43 normalistas, imagino gente que conozco, periodistas de ultra derecha, de esos que abundan en sarcasmos intencionados y no sé qué dirían para justificar lo de estos 43 normalistas.

Y no sé por qué, pero me llena de una angustia que no puedo manejar bien.

Una vez en la vida sentí este nivel de angustia. Fue a mis 18 años cuando fue la Guerra de Malvinas. Lloraba todos los días. En el colegio me preguntaban si tenía algún primo, hermano, amigo o novio en Malvinas y yo me moría de la indignación. "¿Es necesario tener a "un" pibe en Malvinas para desesperarse del horror y del dolor de una guerra? Acaso en los años de escuela que hemos estudiado mayormente guerras, batallas, generales, campañas, no hemos visto la desgracia de la sangre derramada, de los jóvenes sacrificados en el sinsentido?" Pensaba, dibujaba, escribía para exorcisar la pesadilla y lloraba. Todos los días lloraba. Esperando que terminara la locura.

Hoy me siento igual. En cuanto hago una pausa me vienen 43 jóvenes a la cabeza y digo "No puede ser, no puede estar pasado esto y que el mundo no se ponga de punta a exigir respuestas."

No sé por qué Ayotzinapa me produce esto si sé que todo el tiempo, todos los días, todas las mañanas, todas las tardes y todas las noches en todos los países del mundo ocurren abusos de poder y millones de personas sufren vejaciones, violencia, hambre, enfermedad, persecución.

Sé que ocurre esto y no me es indiferente. Me duele. Me duele cada mañana, cada tarde y cada noche, pensar que hay activistas apresados en cárceles clandestinas en todo el mundo, que para esos chupados no hay fronteras ni controles migratorios, ni protecciones de ningún tipo. Ningún derecho, ningún abogado, ningún juicio. Me duele que cada mañana, cada tarde y cada noche, miles de mujeres sean sometidas a esclavitud sexual en redes de trata. En este mismo instante hay mujeres, niñas y niños engañad@s, vendid@s, comprad@s y alquilad@s. No me olvido porque el horror lo siento en el pecho, en la piel de todo el cuerpo y en los ojos que me arden como lava. Mi memoria no retiene sus nombres, pero hay uno que siempre vuelve y es como si fuera el nombre de tod@s ell@s: Florencia Penacchi. En ella recuerdo casi diariamente que aún no tenemos noticias de ella y de tantas otras.

Con Ayotzinapa (como con Florencia) me ocurre que siento que todavía pueden rescatarse muchos de ellos vivos.

Tal vez es una esperanza inútil. Tal vez esos restos calcinados tienen cenizas de los 42 restantes. Pero el no tener respuesta me hace pensar que es justo para ellos que sintamos que es posible rescatarlos.

No puede ser que nadie hable.

Por eso me sorprende, me indigna y se escandaliza que el mundo no se detenga a exigir que los que tengan que hablar, hablen y digan dónde están los 42 que resta encontrar. Que sepamos qué pasó con ellos, día por día.

He intentado escribir poemas para poder sacar este dolor del pecho, como un exorcismo, como suelo hacer. Pero no he podido. He escrito, sí, pero no exorcisa esta sorpresa incrédula que me inunda.

Me sale:
¿Dónde están?
¿Dónde están?
¿Dónde están?
¿Dónde están?
¿Dónde están?
¿Dónde están?
...

sólo eso en distintas entonaciones, con distintas pausas, con distintos gestos, ademanes, emociones, con dolor, con duda, con estremecimiento, con incredulidad, inquisidoramente, con miedo, tímidamente, iracundamente. De mil maneras pero sólo: ¿Dónde están?

Y por eso, por esa incredulidad indignada de por qué el mundo no se detiene a preguntar ¿Dónde están? y sólo eso, mil veces, millones de veces, en mil tonos distintos hasta obtener respuesta, es que me pregunto, cómo es la otra versión, la que no me llega, la que explica o pretende justificar esta ausencia de pregunta.

¿Cuál es el argumento que no se dice, pero que frena a los pueblos de detener el mundo y preguntar hasta obtener respuesta?

¿Qué es eso que no sé y que hace que sigamos como si nada, sin saber dónde y cómo están y cuándo estarán de vuelta?

Esto es como Malvinas, cuando lloraba y me preguntaba "¿cuándo terminará esta pesadilla? ¿cuándo estarán de vuelta? ¿y cómo llegarán los que regresen? ¿cuándo sabremos quiénes son los que no volverán? ¿cómo haremos para que no se vuelvan locos o se suiciden? ¿cómo haremos para que no queden atrapados en la guerra después de años de haber vuelto?"


El mundo no se siente obligado a detenerse jamás. Ni la vida ni la muerte lo obliga a hacer una pregunta y esperar la respuesta.

Yo sé que estas preguntas no son sólo mías.

Las preguntas, sí, es verdad, se están haciendo. No quiero ser injusta. La gente que es conciente pregunta y también reclama: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos". Los esperamos vivos. Pero los que tienen voz, los que acceden a los medios, los que tienen el poder, no están preguntando en serio. No se están poniendo firmes.

Yo los espero vivos, también. Y como en Malvinas, no conozco a ninguno. Ningún primo, ningún hermano, ningún novio, ningún amigo.


Buenas noches.

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martes, 16 de diciembre de 2014

Sabadell, Operación Pandora.

Viene corta la cosa.

No sé en qué terminaron las investigaciones de Sabadell, y qué pasará con lo de la Operación Pandora. Pero no interesa.

Los acontecimientos son contados siempre por los mismos, claro. ¿Los responsables serán temibles anarquistas? ¿Delincuentes? ¿Insurreccionalistas de alguna tendencia de izquierda o de derecha? ¿Terroristas fundamentalistas religiosos o mesiánicos? ¿Sociópatas? ¿Infiltrados de corporaciones o de los estados? ¿Una estrategia desestabilizadora global al mejor estilo conspirativo?

La verdad nunca la sabremos. Esa es la única verdad que creo.

Ya ha habido "andanadas" de atentados y acusaciones etiquetadas. Muy convenientes para generar que la gente reclame mano dura contra un grupo en particular. Contra supuestas organizaciones.

Por ahora me suena a una Nueva Inquisición. ¿Estamos en presencia de una nueva andanada de cazas de brujas?

Buenas tardes.



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jueves, 27 de noviembre de 2014

Financiamiento colectivo.

¿Sabés qué es el financiamiento colectivo?

Una forma de financiar proyectos variados, con o sin contraprestación (llamadas "recompensas" también). Gente trabajando y gente financiando.

Según la plataforma y el proyecto se puede arrancar en $5 y hasta $2000 en forma escalonada.

Hay varias plataformas para lograr este financiamiento. En Argentina la recaudación se realiza a través de MercadoPago, Banelco, Link y Tarjetas de Crédito.

Hay proyectos artísticos, tecnológicos y sociales.

Te invito a participar de uno que me sedujo y que yo estoy apoyando también.

Se trata de una Sala de Computación y Multimedia en un asentamiento en San Francisco Solano, en zona Sur.

Visitá el proyecto, leelo y con $20 (2 gaseosas en un kiosco o en un bar) podés dar una mano a un proyecto de los vecinos para su propio barrio. Quemamos tanta plata en pavadas...

Quedan 30 días y llevan un 20% recaudado. 

Aunque sea veinte pesitos.

http://idea.me/proyectos/23406


Buenas noches.


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lunes, 24 de noviembre de 2014

William Wordsworth.

Va un poema y cómo llegué a él.

Hoy, en mi espacio recreativo íntimo (que comparto), continué mi lectura de un trabajo de investigación que me compartieron sobre un epígrafe que usó Freud. El camino que invita a recorrer la investigadora, por las aguas de la navegación a propósito de ese epígrafe, de sólo un epígrafe, son deliciosos. Ahora estoy en el tema de "las aguas".

Allí tropecé con nombres, con (obviamente) el libro "El último lector" de Ricardo Piglia que leí durante todo este año y que terminé ayer, con referencias a Robinson Crusoe, a Edgar Alan Poe y a un poeta que me llenó de curiosidad porque era citado por Poe: William Wordsworth (romántico inglés: 1770-1850).

Pensé, «seguro que en "El Tesoro de la Juventud" algún poema de William Wordsworth hay». Y fui en busca del Tomo XX que contiene un índice de los 19 tomos y medio anteriores a él. Y allí estaba con supuestamente dos poemas pero yo encontré uno (que luego compartiré).

Pero para encontrar el poema que se mencionaba en el trabajo, "El Preludio", tuve que recurrir a Internet y voilà, ce est ici:

El preludio
William Wordsworth


Hay en la suave brisa una ventura
o visita que roza mi mejilla
y es casi sabedora de ese gozo
que trae desde los campos y del cielo.
Sea cual sea su misión, a nadie
hallará más agradecido, hastiado
de la urbe donde he sobrellevado
perpetuo descontento y libre ahora
cual ave que se posa donde quiera.
¿Qué hogar me acogerá? ¿Entre qué valles
tendré mi puerto? ¿Bajo qué arboleda
construiré mi morada? ¿Qué hondo río
me dará la canción de su murmullo?
La tierra está ante mí. Con corazón
alegre y sin temer la libertad,
contemplo. Y aunque sea sólo alguna
nubecilla quien guíe mi camino,
extraviarme no puedo. ¡Al fin respiro!
Pensamientos e impulsos de la mente
me asaltan, se desprende esa onerosa
máscara que traiciona mi alma auténtica,
el peso de los días que me fueron
ajenos, como hechos para otros.
Largos meses de paz (si acaso esta palabra
concuerda con promesas de lo humano),
largos meses de gozo sin molestia
esperan ante mí. ¿Adónde iré,
por los caminos o cruzando el campo,
cuesta arriba o abajo? ¿O tal vez
me guiará alguna rama por el río?
¡Amada libertad! ¿Y de qué sirve
si no es don que consagra la alegría?
Pues mientras el dulce aliento del cielo
soplaba en mi cuerpo, creí sentir
otra brisa en respuesta que corría
con suave rapidez, pero se ha vuelto
tempestad, energía ya excesiva
que su creación destruye. Gracias doy
a ambas y a sus fuerzas, que al unirse
ponen fin a una pertinaz helada
y traen tiernas promesas, la esperanza
de los días y horas de alegría,
¡días de dulce ocio y pensamiento
profundo, sí, con el divino oficio
de maitines y vísperas en verso!
Hasta ahora, mi amigo, no he solido
escoger como asunto la alegría
pero hoy quiero verter mi alma en versos
a salvo del olvido, que aquí quedan
guardados. A los campos he lanzado
mi profecía: sílabas llegaban
espontáneas, vistiendo con sagrados
hábitos al espíritu escogido
-ésa era mi fe- para el sacramento.
Mi propia voz me henchía y en mi mente
reverberaba ese imperfecto son.
A ambos yo escuchaba y obtenía
de ellos la confianza en el futuro (...)

Versión de Gabriel Insausti

Buenas tardes


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domingo, 23 de noviembre de 2014

Consciencia tranquila.

Es una forma de decir tal vez. Suena a lavarse las manos, o a deber cumplido. Pero creo que es un título claro para este post.

Pensando en aquellos que hacen política fundamentalmente, ayer había empezado a escribirlo en primera persona, hoy pensaba hacerlo respecto de otros, en tercera del plural, pero es muy dificil abordar este tema. ¿Lo hago desde mí, desde por qué me excluyo, por qué yo no esto o lo otro? ¿Lo hago desde lo que pienso que hacen otros, un otros genérico, del que creo que no estoy incluida? ¿O un nosotros en donde reconozco prácticas compartidas con un otrxs afines? Veremos qué sale.

Vamos con la primera en primera persona.

No aspiro al bronce. Bronce simbólico, el bronce "bronce" es para pocxs. Esa es la primera. El bronce te ubica arriba y en el futuro. Un futuro que muy probablemente no vea. ¿Inspiración para otros? Mejor lograr que cada unx obtenga inspiración en la realidad que vive y comparte y para eso hay que aprender a mirar de frente la realidad.

Pero aspirar a ese bronce simbólico, es y ha sido una gran tentación aunque ocasionalmente. A veces buscamos algún reconocimiento y la admiración parece que satisficiera (tramposamente) esa búsquda de caricia. Otras por aprobación de aquellos que nos quieren (una trampa). Los otros que buscan verse retribuidos al haber apoyado, creído, compartido ideas de unx y que, a través del reconocimiento de desconocidos se ven a sí mismxs reconocidxs. Otras, al calor de ideas que compiten, brevemente unx aspira a que la propia sea "ganadora". Las más al sentir que es necesario contar con reconocimiento y admiración de otrxs como pasaporte para hablar y ser escuchadx. Y esto me pasa en ámbitos académicos, con personas que casi no conozco y en donde por delante me muestran simpatía y por detrás te desepedazan a críticas. Reales o producto de inseguridades, no interesa, ocasionalmente aparece como necesidad o como tentación. Por estos motivos u otros más, ocasionalmente he caído muy fugazmente en la tentación de desear la admiración. Pero en calma, a solas, sin presiones y de frente a mis verdaderas aspiraciones siempre he entendido que la admiración de lxs otrxs es un ancla. Te ata a las expectativas de lxs demás. Te obliga a representar un papel para otrxs, te hace callar algunas cosas en busca de aprobación o para sostener un cierto "lugar" o te hace decir cosas por creerlas "políticamente correctas" que no reflejan (en poco o mucho) lo que realmente pensamos. A veces, sólo por estar presente en una reunión, en un evento, o por pertenecer a un grupo, se impone el callar o se impone el asentir y en esos silencios y apoyos hay pequeñas traiciones que aceptamos sólo por esa pertenencia, porque no hacerlo resulta en caer en la soledad y esto implica debilidad y vulnerabilidad extremas.

A veces la gente se enamora de su propia voz diciendo cosas hermosas. Es muy común en políticos y docentes y también en personas que no lo son pero que basan su autoestima en una supuesta moral, de la que hablan en juicios a otros durante conversaciones incidentales. Me parece bastante natural que la gente encuentre una autoaprobación que le dé fortaleza pero no debería pasar de un leve autoerotismo, no debería convertirse en una masturbación mental crónica. A muchos les encanta sentirse sobre la tarima, una mano delante la otra en la espalda, el mentón arriba, las comisuras abajo, los párpados estirados, dando cátedra de moral y civismo. Para mí son representaciones y no más que eso, destinadas a crear admiradores en forma acumulativa, admiradores no personalizados, montones de admiradores anónimos.

Pero tener admiradores es también una carga, esto te obliga a cumplir las expectativas de los demás. Un "los demás" cargado de contradicciones y tensiones. Los sueños de justicia de los demás. Las fantasías de revancha de los demás. Las aspiraciones a bienestares equívocos de los demás.

Pero el tema no era la admiración sino la consciencia tranquila. Esta perorata venía a cuento de que en esta búsqueda de admiración suele haber pequeñas traiciones a unx mismx. Y los motivos son diversos y está bueno empezar a mirar dentro para ver cómo podríamos (en caso de poder) evitarlas.

Y el punto es el de las traiciones a unx mismx, a la forma de pensar o sentir porque eso se traduce en cosas que hacemos y en cosas que omitimos. Y nuestras creencias al respecto.

Y yo creo que ahí está el tema de la consciencia tranquila.

Porque yo no creo en el paraíso y en una segunda vida de premio o castigo eternos. Esta búsqueda de admiración, de premio, banal o producto de la debilidad de los párrafos anteriores, algunxs la depositan en Dios. Dios se encargará. El mundo no me tiene en cuenta pero Dios lo hará. Dios sabe, está en mi corazón y me premiará. Dios premia a los los últimos, a los pobres, a los contrahechos. A nadie le consta, pero esa les fe permite soportar el no contar con ese lugar, físico, real de la economía de los días o simbólico del respeto y admiración que otros persiguen. Y no sólo eso, sino que la intención en el corazón es mejor que la acción, porque total Dios también compensará a aquellxs que sufren por mi inacción y serán recompensadxs por sus sufrimientos. Todos en paz, consciencia tranquila.

Pero hay quienes, como yo, que no creen en eso, que creen que es una buena mascarada para lograr que la gente o bien no haga nada, o trabaje por paliativos para que aquellxs que sufren no se rebelen, sigan siendo mansxs, que son lxs que agradan a Dios.

Es un "no te metas" elegante y aprobado por las mayorías. Un defender el statu quo y hacer la vista gorda sobre los acumuladores del mundo que tienen lo que otrxs necesitan y que hacen que la gente sufra y se muera antes o padezca secuelas por curaciones o intervenciones inadecuadas (amputaciones, por ejemplo) o indirectamente no soporte las condiciones rigurosas de la vida (desnutrición que vulnerabiliza a las enfermedades). Los débiles a causa de las privaciones sostenidas durante su vida.

Algunos dicen que la política está para remediar esto. Y yo digo que la política está para sostener eso.

Descartemos por un momento a los políticos que acumulan riqueza para ser ricos nomás y disfrutar de ese status de no carecer.

Concentrémonos en los políticos que se dedican a acumular poder para ellxs mismxs o como numerarixs para su grupo. Se elige una bandera que puede cambiarse todos los días, pero una bandera hay que tener para ser identificadxs. Y luego se negocia. Yo hago la vista gorda acá pero vos me apoyás allá. Yo te apoyo en esto otro pero vos sumás en esto de acá.

Hay una meta (estamos en el caso hipotético y reducido de políticxs con ideología y con fe en su ideología). Y todas estas gestiones ocurren para lograr esa meta o acercarse si esa meta está cómodamente ubicada en la Utopía, ese lugar y ese tiempo que siempre queda en el futuro.

Pero todas esas gestiones, además, restan fuerza, economía y dirección a la meta. Esas pequeñas concesiones, distraen, postergan. Pero tener una meta, que ya en el fondo, todxs lxs políticxs saben que está en la Utopía, por más prosaica que sea, tranquliza consciencia.

A mí, el saber que las concesiones alejan cada vez más en el futuro las soluciones no me tranquiliza en lo absoluto.

Yo sé positivamente que la Utopía está en el Imposible, no ya en el futuro. O sea, que hay que trabajar por el presente. La gente se muere. Se muere trabajando para que otrxs acumulen y gocen, sólo sobreviviendo y postergando su felicidad a un paraíso, o depositándola en sus hijxs.

La Utopía es una estrella de navegación, no más que eso, pero tranquilizar la consciencia pensando en esto y permitiendo que se aleje cada vez más, sólo sabiendo que está ahí pero perdiéndola de vista, es también una traición.

El punto está en el presente y en el acá.

Día a día tratar de saber cuáles son mis límites y dentro de ellos hacer algo para hacer posible el bienestar de todxs cada día. Eso me tranquiliza a mí.

No me importa demasiado el futuro. Sí, algo sí, pero no demasiado. Porque en el presente es donde ocurren las muertes, es en el presente donde la gente deja de esperar, se ve obligada a agotar su tiempo, es en el presente en donde los futuros se terminan.

Cuando la  mayoría de los planes se concretan en el futuro estamos en el terreno de los autoengaños y de las traiciones. Los pasos jamás se darán tal como los pensamos. Siempre hay imponderables y esos planes que están en el futuro estarán como mínimo mucho más allá o tal vez en el nunca.

Pero hay cosas muy simples que pueden hacerse siempre.

Despertar consciencias. Ver otros aspectos o puntos de vistas de la realidad. Propia y de otrxs. Ejercitar el respeto. Ejercitar la igualdad, aunque la ley no la decrete y las jerarquías la nieguen. Escuchar con atención y sin juicios a otrxs. Tratar de erradicar el precio de nuestras acciones, en algunas cosas al menos. Tratar de eliminar el sentido de valor económico, y reemplazarlo por el de valor social. Desarrollar y discutir el valor social y el económico de las cosas. Decidir, en la medida de lo posible de acuerdo al valor social (y esto es incluso comprar un remedio para otrxs, o ceder algo que tenemos y no necesitamos). No encandilarse con los títulos y los cargos, hay demasiado injustificado detrás. Sacar las máscaras que imponen el uso correcto de las palabras, el gusto en el vestir, el apego a ciertas formas de comportamiento, para ver más allá de ellas.

No caer en la ira porque alguien está luchando por algo que le falta y que unx goza y se ve temporariamente demoradx o perturbadx por eso. No caer en la exigencia excesiva y abusiva del mérito para justificar la aspiración de dignidad de lxs otrxs.

Y con el resto del tiempo, sí, ahí sí, encarar algún plan a futuro, pero nunca sin tratar de contribuir al bienestar de todxs en el presente.


Buenos días.


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sábado, 22 de noviembre de 2014

¿Y el futuro del software libre?...

Esto del software libre, que quien me conozca sabe que me parece importante apoyar y desarrollar, tiene varios puntos.

La forma en que el software libre entra en escena es una historia de reivindicación y reconquista. Se trataba de un derecho perdido. Un juguete arrebatado de las manos de algunos niños genios que tenían, como pocos, la oportunidad de vivir de su pasión y a través de su pasión: la programación.

No había antes antes que ellos haciendo esto. Esto, lo estaban creando ellos. Era su creación y era perfecta. Tenía todos los detalles de una creación de élite. Ellos no eran cualquiera, eran genios y eran pioneros. Y eran un élite que compartían como en un juego sus descubrimientos. Pero pagados por laboratorios de empresas.

La investigación en manos de empresas es así, traslada a sus investigadores la responsabilidad y las limitaciones devenidas de la custodia de la propiedad intelectual, que estaba alcanzando velozmente su punto culminante.

Esto de la propiedad intelectual estorbaba el placer de juego con este juguete novedoso de la programación. Fueron resignando de a poco esos derechos, hasta que suficientemente crecidos, decidieron, con toda la genialidad que los había puesto en ese lugar y les había dado nombres reconocidos, reconquistar ese derecho.

Esa reconquista parió el software libre.

Nace con definiciones, con premisas, con declaraciones, como un teorema. Nace con licencias novedosas, rupturistas con el modelo que les arrebató ese privilegio de construir entre todos.

Y se difunde, entre los más jóvenes, porque ellos todavía llevan hecha carne cierta rebeldía que la mercantilización aún no ha logrado aplastar.

Prende, y cómo prende. Prende porque tiene ideales, y la mayoría de los jóvenes los tienen y algunos adultos aún los conservamos.

Es una bandera.

Pero mientras tanto ocurrieron otras cosas. Esos jóvenes habían inaugurado una nueva clase intelectual: los hackers. Es su afán por definir el mundo y plantar nueva bandera, establecieron una nueva ética alrededor de su abstracción más preciada: el conocimiento. La ética hacker habla de eso, del conocimiento.

Pero esa palabra les fue arrebatada. El arte de la computación, la ciencia del conocimiento tecnologizado de la mano de las empresas y los estados, y a caballito de la universidad, se difundió, se diversificó, creció, se hizo burbuja, nos llevó en andas, nos sorprendió, mutó y finalmente nos esclavizó.

Y en este viaje no sólo ingresaron monjes de la ética hacker. Para nada, pasaron mercenarios, adolescentes con fantasías de super héroes y de super villanos y la palabra hacker se fue convirtiendo de a poco en la palabra criminal, cybercriminal y luego cuando los ideales de libertad implícitos en el software libre tomó entidad, aparecieron los hacktivistas.

Los hackers entonces dijeron: "separemos la paja del trigo, esos son 'crackers', ser 'hacker' es otra cosa". A las empresas igual les pareció lo mismo porque el hecho de que lucren o no, no era cuestión. La cuestión estaba en cuestionar la propiedad del conocimiento. Porque ahí estaba la llave del lucro de esas empresas. Y eso no se negocia.

Pero claro, ya no son unos pocos genios amantes de la libertad y que aspiraban a solazarse, cobrando, con el ejercicio de su pasión. Ahora eran millones de aspirantes a héroes, a genios, a villanos, a justicieros. Que no es lo mismo.

Y ahora que estos muchachos están grandes. ¿Qué va a ser del software libre? Esa maravillosa cuarteta de derechos, ¿cómo hará para sobrevivir?

No todos los hackers de esa época se mantuvieron fieles a sus ideales, algunos lucraron con eso también. Cuando se muera Stallman, por ejemplo, ¿qué será del software libre?

Muchachos genios con 4 puntos que implican todo un movimiento, que hicieron plata y pusieron una o más fundaciones, cuando estos genios desaparezcan, ¿qué pasará?

Sí, otros genios aparecerán. Pero serán otros, con otras ideas, parecidas pero los genios necesitan dejar su impronta. No va a ser lo mismo.

Están sí, las fundaciones, pero entonces, ¿sin dinero no hay software libre?

Sin dinero, el software libre pasará a ser una subcultura de culto, hippie, medio anarca que será defendida -cada vez menos-, ¿hasta que desaparezca o sea una rareza?

¿Siempre será así?

¿La libertad en sus distintas expresiones dependerán de fundaciones y de genios?

Yo desconfío de las fundaciones. Las fundaciones no son asociaciones civiles, no son sociedades de fomento, ni mutuales. Hace falta mucha pero mucha plata para sostener una fundación. La ley pide un capital muy importante para hacer funcionar una fundación. Y no es una organización voluntaria. Trabaja gente por un sueldo. Mucha gente. Y se organizan eventos lujosos, y se invita a personalidades, gente que se destaca, reputada de mejores. O sea, la fundación sustenta un cierto elitismo. Los mejores en auxilio de los peorcitos, las larvitas que hay que sostener porque somos tan buenos que nos apiadamos.

Desconfío de las fundaciones. Yo tenía que decir esto, porque el software libre expresa mucho de lo que pienso y la ética hacker también, pero hay dos cosas que no me gustan ni medio del software libre: es territorio de élite (así nació y así continúa) y necesita dinero, mucho, de quién sabe qué origen. O mejor dicho, sí se sabe. Las grandes sumas de dinero, no surgen de repollos, ni de vertientes en la montaña. Las grandes sumas de dinero son lucro, es plata que no reciben los más pobres, los que producen las cosas y las consumen. Algo en ese círculo virtuoso es perverso para mí.

Y además, como todo conocimiento elitista, necesita altos muros de cristal para existir. Esos otros genios continuadores no tienen interés en dedicar su tiempo a algo que no los distinga, es necesario que sea inaccesible a la mayoría para que siga siendo atractivo. Por eso los muros son altos y ellos dentro. Y tiene que distinguirlos, es una vidriera, por eso son de cristal.

Las grandes empresas además, saben que el modelo del software libre tiene probabilidades de crecer y obviamente ellas no perderán la oportunidad de ganar, con lo que las grandes empresas están desarrollando grandes consorcios para proteger y desarrollar los modelos de negocio basados en software libre.

¿Entonces?

¿Por qué, si está en manos de fundaciones, ahora compartido con consorcios de grandes corporaciones, y alimentado con geniecillos elitistas, yo lo defiendo?

Porque creo que esas cuatro libertades -y algunas cuantas más- son muy buenas para la gente.

Porque creo que la tecnología es el gran muro de cristal que hoy preserva el poder de los millonarios. Cuando más alto y más transparente, más poder. Y creo que el software libre es una piedra en el zapato para socavar este muro, "el conocimiento al alcance de todos" y que puede ayudar a dificultar -apenitas- la concentración de esos millones.

Pero creo que es difícil de que se alcance el grado de difusión del conocimiento antes que el próximo más paradigma (lógicamente más elitista que éste), domine. Posiblemente un paradigma relacionado con lo cuántico, la criptografía cúantica, dentro de ella. El gran Can Cerbero (el perro guardián del Hades) que nos dejará afuera a todos por un buen rato.

Y además creo que es difícil que los genios deseen mantenerse en el software libre si éste deja de ser para pocos y si la programación pasa a estar al alcance de todos. Estarán todos pasándose a otra cosa, más inaccesible que los siga distinguiendo. Tal vez repitiendo la historia de los viejos hackers: trabajando para ellos hasta que se rebelen, ya creciditos pero habiendo traicionado sus principios (a sabiendas o no) y trabajando para preservar las estructuras de dominación al menos por un tiempo.

Creo que tirar todo por la borda y decir: renuncio a la tecnología, ya no es posible. Esa fue una batalla que lamentablemente los ludditas nos dijeron ya hace mucho que jamás íbamos a ganar.


Buenos días.




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Día de la Música

Hoy es el día de la Música. Y lo es en honor a Santa Cecilia, quien fuera martirizada en su casa en el año 180. Dicen los registros del martirio que murió cantándole al Señor, si bien estos primeros tormentos en los baños de su casa no la mataron. O algo así. Santa Cecilia era de familia patricia en Roma y como era habitual probablemente tocara la lira o algún otro instrumento. De ahí de haberla elegido como un símbolo de amor a la Música. Sin embargo yo creo que no hay que confundir su amor a Dios con su amor por la Música.

El que sí se sabe que murió cantándole a la Música, fue Santos Vega.
Santos Vega, personaje de Rafael Obligado, era un payador. Imbatible. Algo soberbio, claro y por eso fue desafiado por el mismo Diablo.

Fue el Diablo quien lo vence en una payada en donde se jugaba la eternidad. Tuvo oportunidad de abandonar.

Santos Vega muestra su amor por el canto, su guitarra y todo lo que refiere a través de ellas:

Así diciendo, enseñó
una guitarra en sus manos,
y en los raigones cercanos
preludiando se sentó.
Vega entonces sonrió,
y al volverse al instrumento,
la morocha hasta su asiento
ya su guitarra traía,
con un gesto que decía:
"La he besado hace un momento".
Juan Sin Ropa (se llamaba
Juan Sin Ropa el forastero)
comenzó por un ligero
dulce acorde que encantaba.
Y con voz que modulaba
blandamente los sonidos,
cantos tristes nunca oídos,
cantó cielos no escuchados,
que llevaban, derramados,
la embriaguez a los sentidos.
Sin embargo, es vencido por su contendiente, Juan Sin Ropa.

Se da cuenta que ha perdido, habiendo puesto el alma en ello:

Oyó Vega embebecido
aquel himno prodigioso,
e inclinando el rostro hermoso,
dijo:"Sé que me has vencido".
El semblante humedecido
por nobles gotas de llanto,
volvió a la joven su encanto,
y en los ojos de su amada
clavó una larga mirada,
y entonó su postrer canto:
"Adiós luz del alma mía,
adiós, flor de mis llanuras,
manantial de las dulzuras
que mi espíritu bebía;
adiós, mi única alegría,
dulce afán de mi existir;
Santos Vega se va a hundir
en lo inmenso de esos llanos...
¡Lo han vencido! ¡Llegó, hermanos,
el momento de morir!"
Aún sus lágrimas cayeron
en la guitarra, copiosas,
y las cuerdas temblorosas
a cada gota gimieron;
pero súbito cundieron
del gajo ardiente las llamas,
y trocado entre las ramas
en serpiente, Juan Sin Ropa
arrojó de la alta copa
brillante lluvia de escamas.
El final confirma que su muerte es por amor. Por auténtico amor a la Música:

Ni aun cenizas en el suelo
de Santos Vega quedaron,
y los años dispersaron
los testigos de aquel duelo;
pero un viejo y noble abuelo,
así el cuento terminó:
"Y si cantando murió
aquel que vivió cantando,
fue, decía suspirando,
porque el diablo lo venció.

Manuel Mujica Láinez le da una segunda oportunidad porque dice que Dios quería tenerlo entre sus músicos y cuando el pino se enciende lo rescata y lo lleva aparte a través de un ángel, un niño. Los gauchos se habían ido y ahí en soledad, otro desafío le ofrece. Si él pierde, Santos Vega se va al cielo.

Esto es en El ángel y el payador, cuento de Misteriosa Buenos Aires, que ubica la muerte de Santos Vega en 1825 luego de la Batalla de Ituzaingó en la Guerra con el Brasil.

Desde luego, gana Santos Vega y muere en paz y con la eternidad para payar según hiciera en vida con tanta maestría.

Sin embargo alguno pensará, lo de Santa Cecilia es real y lo de Santos Vega no.

Los registros de los martirios solían ser exagerados, eran testimonios didácticos, aleccionadores. Y por lo demás, Santa Cecilia no le cantaba a la música.

Por eso hoy, yo quería más que homenajear a Santa Cecilia, a quien homenajea todo el mundo, recordar a Santos Vega.


Buenas tardes.



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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Mujeres y Decanas de la UBA: experiencias y perspectivas de la conducción femenina en la universidad.

El pasado lunes 10 de noviembre de este año (2014) asistí a la jornada "Mujeres y Decanas de la UBA: experiencias y perspectivas de la conducción femenina en la universidad" que se llevó a cabo en el Auditorio de Rectorado de la UBA, sito en Uriburu 950.

Allí, moderadas y presentadas, por la Prof. María Catalina Nosiglia, Secretaria de Asuntos Académicos de la UBA, relataron sus experiencias, retos e intereses, cuatro decanas.

Para quienes no saben qué es una decana (o decano) (porque no hay por qué saber), éste es el nombre del cargo de autoridad ejecutiva máxima de las "facultades", organismos en que se divide la Universidad de Buenos Aires y muchas más. No todas las universidades se organizan por facultades, y por eso no todas las universidades tienen este cargo dentro de su estructura. Hay universidades que se organizan al estilo europeo y son los Departamentos los que reemplazan a las facultades. En uno u otro caso, tanto las facultades como los departamentos son organismos que agrupan "carreras" con algún grado de afinidad.

En este caso, se trató de las facultades de Farmacia y Bioquímica, con la Prof. Cristina Arranz, la de Psicología, con la Lic. Nélida Cervone, la de Filosofía y Letras, con la Dra. Graciela Morgade y la de Derecho, con la Dra. Mónica Pinto.

Cada una de ellas hizo hincapié en uno o a lo sumo dos puntos, más allá de anécdotas, ejemplos o cifras. Más adelante compartiré mis observaciones, pero ahora las dejo con las oradoras. Cada una de las ponencias, duró entre 15 y 20 minutos en promedio. La calidad del audio no es buena, pues se trata de grabaciones caseras a cierta distancia.

Para cada audio incluyo un reproductor flash, uno html5 y el link de Ivoox. Dependiendo de tu navegador, funcionará uni, otri o los dos reproductores. Pero alguna de las tres alternativas debería funcionarte. Desde el enlace Ivoox también lo podés bajar.

Prof. Cristina Arranz (13:41 min) - Facultad de Farmacia y Bioquímica

  • Reproductor Flash

  • Reproductor html5

  • Enlace Ivoox:
http://www.ivoox.com/prof-cristina-arranz-decana-fcia-y-audios-mp3_rf_3726956_1.html

Lic. Nélida Cervone (21:20 min) - Facultad de Psicología

  • Reproductor Flash

  • Reproductor html5

  • Enlace Ivoox:
http://www.ivoox.com/lic-nelida-cervone-decana-psicologia-uba-audios-mp3_rf_3727019_1.html

Dra. Graciela Morgade (16:26 min) - Facultad de Filosofía y Letras

  • Reproductor Flash

  • Reproductor HTML5

  • Enlace Ivoox:
http://www.ivoox.com/dra-graciela-morgade-decana-filosofia-y-audios-mp3_rf_3727057_1.html

Dra. Mónica Pinto (18:27 min) - Facultad de Derecho

  • Reproductor Flash

  • Reproductor HTML5

  • Enlace Ivoox:
http://www.ivoox.com/dra-monica-pinto-decana-derecho-uba-audios-mp3_rf_3727053_1.html


Espero que les sea de interés.

Buenos días.


 
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jueves, 6 de noviembre de 2014

Anarquía.

La primera vez que escuché esa palabra fue en la primaria, cuando en Historia se hablaba del período de Anarquía como el de un país sin rumbo, algo inconcebible. No se explicaba por qué, pero era una barbaridad. Yo no tenía idea qué era la anarquía y así quedó asociado a lo mal encaminado, porque lo correcto era que un país tuviera gobierno, algo muy distinto a lo intuitivo: el pensar simplemente en un pueblo que tiene un destino que elige para sí.

La segunda vez que escuché sobre la Anarquía fue cuando incidentalmente Claudia, una compañera de la Escuela de Música (magisterio de música), hablando tangencialmente (ni siquiera específicamente) acerca de qué ideas políticas teníamos, ella dijo: "yo soy anarquista". Para mí hubiera sido lo mismo que me dijera que era de Piscis con ascendente en Libra: algo sin ningún significado.

Pero fue Claudia la que nos organizó en nuestra primera acción directa: una marcha frente a la DINADEA reclamando el profesorado. Luego, al ser desoídos creo que fui yo quien sugirió ponernos crespones, medios lutos para expresar el dolor de no haber obtenido el terciario. Esas simples medidas sin embargo las viví como algo trascendente, como medidas inofensivas y contundentes cuyos principales valores eran expresarnos, hacernos oir, y ocuparnos de lograr aquello que creímos lo mejor (y que sigo creyéndolo). No hay creo, satisfacción mayor, que ocuparse de aquello que creemos.

Hace pocos años, finalmente, la vieja carrera de Magisterio de la Escuela de Música "Juan Pedro Esnaola" se convirtió en un profesorado.

La tercera vez que lo escuché fue en labios de la misma Claudia, cuando fuimos a la casa y nos presentó a su tortuga, que se llamaba precisamente Anarquía. Yo sospecho que no se trataba de una alegoría a la lentitud atribuida a las tortugas sino a otra característica que ella consideraba propia de la tortuga: la llamás y no viene.

Para esos mismos años vi una película que me dejó marcada a fuego: La Estrategia del Caracol. No la asocié sino hasta hace muy poco con la Anarquía. El personaje que organiza a los habitantes de La Pajarera, era un viejo anarquista español, incluso se oye... no recuerdo si Hijos del Pueblo o A las barricadas, pero una de esas. El punto es que durante años estuve buscándola para volver a verla porque era una película épica sin superhéroes, sin Aquiles, sin Juana de Arco. No, gente común y en mi espíritu poético, hermosísima y variopinta, y hasta ahora, luego de haberla conseguido y haberla visto tantas veces, sigue pareciéndome una de las mejores películas que vi en mi vida.

A partir de otras películas volví a saber de la Anarquía. Explícitamente o prendándome de algún personaje como en La Fuga, en donde me quedaron muy grabadas la pasión, la convicción sin justificación ni disculpas, una parca y sencilla seriedad del anarquista cuya ideología desconocía y que tampoco logré entender en ese momento, pero que trascendía, aún en su brevedad, a los otros personajes.

En curentipico de años, yo seguía sin saber nada de la Anarquía. Esas aisladas y brevísimas menciones no tenían forma de hilarse y dar sentido a algo cercano a un concepto o idea. Algo había en ellas sin embargo, que me había punzado... pero no podía enlazarlos. Meros chispazos inconexos que recordaba vívidamente como algo inexplicable, pero no más que eso.

Pero en el 2007 ocurrió otro chispazo. Escuchar a "Falta y Resto" en su espectáculo "Anarquía" me encandiló. Las melodías no eran impactantes ni pegadizas, sin embargo, la trama, los trajes, los arreglos, el arrabal empapando las cadencias de las partes habladas, pero sobre todo esa convicción, me quitó el aliento desde el principio hasta el final.

Luego llegó una novela, "El agente secreto" de Joseph Conrad, y nuevamente se puso en primer plano esa especie de fe bajo la cual todos los juicios se detienen y adquieren otro significado, ningún argumento tradicional vale, surge un sentido distinto que una vez conocido, haciendo que todo cierre.

Y luego llegó otra novela "La fe de los traidores" de Gabriel Pasquini. La escena central del anarquista Cal Trentino y de Vittorio, el comunista de la checa, en la sesión de tortura-interrogatorio, nuevamente me pusieron de frente a esa enigmática fe.

No, no es que esos ejemplos puedan ser fiel reflejo de los principios anarquistas pero transmiten el virus, creo yo.

Para esa época yo estaba muy preocupada por el tema del trabajo y de los trabajadores, con muchas idas y vueltas. Tal vez incentivada por el MBA que había hecho en la Fac. de Ciencias Económicas de la UBA, que me había acercado a los sociólogos europeos, abriendo nuevas miradas en mí.

Y así empecé a escribir primero y buscar después, sobre el Trabajo.

Y llegó Bob Black, con su Abolición del Trabajo, texto que también compartí. Y una lectura trajo otra...

Pero volviendo a los chispazos, yo ya he compartido esa escena de "La Fe de los traidores" que mencioné, centrada en Cal Trentino, también hablé anteriormente de Bob Black y de tantos otros.

Pero ahora, toca compartir el comienzo del espectáculo "Anarquía" de "Falta y Resto".





Buenas noches.



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miércoles, 5 de noviembre de 2014

"Finlandia: viaje por uno de los mejores sistemas educativos del mundo".

Hace un año o año y medio atrás, había salido otra nota sobre el índice PISA internacional de Educación, y yo había sido crítica en ese momento, más intuitivamente que otra cosa, pues soy naturalmente desconfiada de las evaluaciones, rankings, estadísticas y demás. Más que nada si no sé qué hay detrás.

Este tema había surgido a principios de año en uno de los converstarios de Reevo, también críticamente, tanto en el material previo de lectura como durante las discusiones.

Todos los que estamos en educación, o bien adherimos ciegamente a seguir los índices y rankings internacionales o locales (que no es mi caso) o bien tenemos una mirada crítica aunque con DISTINTOS fundamentos, y estos desde distintos PUNTOS de vista o EJES: pedagógicos, instrumentales, filośoficos-epistemológicos, ideológicos o políticos.

Aunque no comparto 100% lo que se dice de la  figura del profesor (aún no puedo tomar partido por una u otra línea pedagógica, o escuela filosófica de base), sí comparto muchos de los puntos que se mencionan y sobre todo con varias de las críticas de Wagner (EEUU).

Además de la nota, subo el audio por si alguien tiene un viaje en el que puede escuchar y no leer (con mis errores de lectura e indecisiones, claro).

Obviamente que el tono es marketinero y eso obviamente no lo comparto.

Audio (reproductor, y link para bajar): http://www.ivoox.com/finlandia-viaje-uno-mejores-sistemas-audios-mp3_rf_3701071_1.html
Son 14:35 min.

Nota: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/modelo-de-educacion-de-finlandia-uno-de-los-mejores-del-mundo/14678295


Aclaro que los nombres y siglas que se escuchan son:

  • Claudia Guzmán V., autora del artículo, de El Mercurio, Chile
  • Pablo Zoido (citado en la nota), analista de OCDE, París
  • Emilia Ahvenjärvi, académica finlandesa, que visitó Chile a petición de la Embajada de su país
  • Tony Wagner, doctor en educación y profesor residente del Laboratorio de Innovación de Harvard, realizador del documental "El fenómeno finlandés"
  • Marleen Westermeyer, joven estudiante chilena de Pedagogía en la Universidad de la Frontera, becaria por un semestre por el Ministerio de Educación finlandés
  • OCDE: Fundada en 1961, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) agrupa a 34 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.  http://www.oecd.org/centrodemexico/laocde/


Buenos días.


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El último lector. La linterna de Anna Karenina. Ricardo Piglia.

"Sartre lo ha dicho bien: ¿por qué se leen novelas? Hay algo que falta en la vida de la persona que lee, y esto es lo que busca en el libro. El sentido es evidentemente el sentido de su vida, de esa vida que para todo el mundo está mal hecha, mal vivida, explotada, alienada, engañada, mistificada, pero acerca de la cual, al mismo tiempo, quienes la viven saben bien que podría ser otra cosa.

Las mujeres son las que han encarnado ese malestar (vistas desde los varones que escriben las historias). En la ficción, la salida de esa perturbación, ha sido, tradicionalmente, el adulterio."

Ricardo Piglia - "El último lector" - Capítulo 5 -" La linterna de Anna Karenina".

No comparto la visión de Sartre, al menos no completamente. En todo caso lo que falta o que se supone que falta en la vida del lector, no es sólo algo que tiene que ver con la vida. Los lectores de cánones, buscan en la lectura de "las mil novelas que no puedes dejar de leer", el status de "lo culto" desde un dictamen externo y ajeno a las motivaciones internas, tal vez una mirada bourdiana del gusto. Todo lo contrario a lo que Borges recomendaba: la lectura como forma del placer. E imagino que además de éstas debe haber muchas otras motivaciones.

Es posible que exista uno o varios estereotipos del lector. En particular, este fragmento del texto describe un estereotipo de la mujer confinada a un guión ajeno a ella que encuentra en la lectura una motivación a salir en busca de otra vida y que, desde la perspectiva masculina, lo único que encuentra es el adulterio.

Es interesante para mí que Piglia puntualice este punto "vistas desde los varones que escriben las historias).

Igualmente Piglia no se queda con Sartre.

Volviendo al libro en general, éste trata de lectores. Lectores del mundo, de la vida, de personajes lectores en novelas, del rol de la lectura en determinados géneros. Piglia examina autores y da muchísimos ejemplos literarios, muy interesantes todos, excepto en el prólogo que leímos el sábado pasado en "Coral, letra y música" que casi no contiene citas y sí en cambio un argumento y una comparación (omitida en el programa) con el significado y rol en el relato, de una moneda griega.

Y en este capítulo muestra un enfoque (de los varios que hay) de la mujer lectora. Para eso elige a Tolstói y Anna Karenina, que lee en un tren, luego de cruzarse con el motivo y el medio de su desenlace.


Buenos días.



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lunes, 3 de noviembre de 2014

El sentido numérico y el cerebro lector: Dehaene.

Quería compartir (a modo de reflexión inestable, como todo lo que hay acá) una de mis últimas lecturas paralelas: "El sentido numérico: Cómo la mente crea las matemáticas por Stanislas Dehaene", un artículo escrito por Víctor Padrón.

Todo comenzó un día que tenía que ir al centro y de ahí a Belgrano para retirar mi nueva cámara fotográfica. El negocio estaba esperando la llegada de la cámara desde el depósito, así que decidí hacer tiempo en una librería.

Las librerías son para mí trampas mortales, jamás salgo de una librería sin media docena de libros. Empecé mirando libros para la universidad, para la biblioteca de la Carrera de Ingeniería en Informática, pero mi jefe me detuvo así que cambié el foco y empecé a buscar en sociología, filosofía, política, antropología.

Y me compré varios, uno de los cuales tenía que ver con algo que siempre les digo a mis estudiantes: una creencia más que una certerza y así exactamente se los comunico, tratando de dejar sentada esta circunstancia claramente.

Mi consejo-mandato es: "estudien todos los días, aunque sea 15 minutos porque algunos estudios señalan que el aprendizaje no es más que un conjunto de relaciones que nuestro cerebro construye fundamentalmente durante el sueño. Así que, si esto resulta cierto el aprendizaje se produce en forma progresiva durante el curso del cuatrimestre. Si uds. estudian tres ó cuatro días antes de un examen, los resultados no serán tan buenos, serán menos duraderos y menos sólidos. Otro de los resultados de los científicos que me gusta y que me parece que es bastante acertado, es el de la plasticidad neuronal con sus corolarios. Este resultado dice que el cerebro puede desarrollarse y que su desarrollo produce cambios en la forma de pensar, con lo que nuestros puntos de vista cambian. Este desarrollo se produciría básicamente por dos estímulos: experiencia y emociones. Con lo que la práctica es algo fundamental para que uds desarrollen las áreas del cerebro que los ayudará a ver las cosas desde las perspectivas ejercitadas. Dicen que la actividad cerebral puede verificarse por estudios en donde puede visualizarse gráficamente."

Yo creo que esto es así por mi propia experiencia. Además, el placer del estudio (o sea, del mismo camino) también está vinculado con esta gradualidad y el desarrollo paulatino de las capacidades necesarias para encarar una materia de estudio cualquiera.

Así que cualquier lectura relacionada con la conformación del cerebro y sus cambios, es para mí, atractiva.

Por eso es que entre tantos libros uno llamó particularmente la atención: "El cerebro lector" de Stanislas Dehaene. No empecé a leerlo pero lo llevé a la universidad donde mi jefe, cuya esposa es médica, se mostró muy interesado. Dehaene es matemático Y neurólogo y está especializado en el desarrollo de las funciones intelectuales del cerebro.

Como consecuente y ordenado que es, buscó en Internet y encontró, entre otros un artículo de Dehaene: "El Sentido Numérico: Cómo la Mente Crea las Matemáticas", por Stanislas Dehaene.

Antes de avanzar debo decir que para mí el aprendizaje es un interrogante porque siempre me parece que las teorías del aprendizaje casi todas aciertan en algún punto pero ninguna llega a explicar todos. Yo creo que mi ignorancia de los fundamentos más profundos de este tema me hace ecléctica, entendiendo (como en realidad en el fondo, creo) que se ecléctico, es en cierta forma una elegante postura de asumir soluciones de compromiso ante la ignorancia. O mejor dicho, una postura cómoda ante la ignorancia de un tema (que por otro lado no tiene nada de malo).

Dehaene me mostró algo tras lo cual siempre estoy yo, porque lo que no entienden algunos es cuán configuradas están las ideas dentro de escuelas. Las escuelas de pensamiento son ese conjunto de creencias (y no lo digo livianamente) que operan como premisas, más allá de que haya o no estudios que las muestren como "verdaderas" o ajustadas a las observaciones, fuera de las cuales, cualquier conclusión es aproximada y superficial. O sea, dentro de la escuela las ideas adquieren fuerza, dentro de la escuela se generan los métodos y se explican los fenómenos. En el eclecticismo ocurre que se termina recurriendo a herramientas como los manotazos de los que se están ahogando.

Dehaene menciona a los constructivistas lo cual me hizo volver a mis apuntes de Vygotski y Piaget. Pero indica que en 1954 en pleno auge, aparece Tobias Dantzing hablando de la existencia de facultades cognoscitivas innatas en el cerebro humano. Yo no sé si esto tiene o no que ver con Chomsky (con lo cual una de mis próximas lecturas será precisamente lidiar con su gramática generativa universal. Dice "Chomsky para principiantes" que él afirma que ciertas reglas gramaticales son demasiado complejas y ocultas como para que los niños, que cuentan con tan pocos datos, las puedan inventar, que estas habilidades son innatas y que no pueden ser aprendidas. Los niños entonces no cuentan con suficientes datos como para armar un sistema tan complicado como la gramática de su lengua pero aprenden velozmente a improvisar sin titubeos dentro de ese sistema, sin que se les diga casi nunca cuáles son las reglas subyacentes o se les den ejemplos de errores gramaticales. Esta explicación es casi textual de Chomsky para principiantes, paǵina 57 al pie.

¿Chocaría con Jacotot, al menos según como Jacques Ranciere explica sus principios de enseñanza universal?

¿Podría la mera imitación generar las capacidades creativas de improvisación? Chomsky se opone al conductismo que es la escuela que mejor se apoya en la idea de imitación y de estímulo respuesta de la ciencia positivista.

No sé, tendría que profundizar sobre estas ideas.

Pero me interesa sobre todo lo nuevo que me ofreció este artículo. Y lo nuevo es mucho y lo iré desarrollando en varios posts, pero en éste presentaré algunos de estos puntos (y espero poder ir desarrollándolos y eso significaría que he podido estudiar algo de ellos y que he entendido al menos algo):

Dentro de las escuelas se mencionan a:
-Intuicionistas
-Formalisas
-Platonistas

Dehaene se inscribe dentro de los intuicionistas.

Menciona también la doble naturaleza de la fisiología humana y cerebral: digital en el cerebro en virtud de los impulsos eléctricos de las sinapsis y analógica en cuanto a actividad muscular o de los sentidos.

Además se hace referencia a dos efectos (que son los que articulan las diferenciaciones en las escuelas, o sea, adónde se enfocan los estudios cuyos resultados una escuela dada no logra explicar): el "efecto de la distancia" y el "efecto de magnitud".

Me sorprendió y y lo sentí como un descubrimiento, que las escalas en los extremos, para nuestras aproximaciones, funcionan como una escala logarítmica. ¿Deberíamos empezar por ahí?

Me resultó como una afirmación, que hay ciertas nociones elementales que el ser humano trae como las de cantidad, comparación, combinación aritmética.

También me apareció un signo de admiración cuando leí una definición sobre algo en lo que yo no me había detenido jamás y que intermitentemente he creído en ambas: que las matemáticas son una creación humana, o que las matemáticas son descubiertas en la naturaleza.

El artículo mencionado está en: www.emis.de/journals/BAMV/conten/vol9/vpadron-libro.pdf


Buenos días.


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domingo, 19 de octubre de 2014

Los motivos para ser docente.

Ya es hora de escribir sobre este tema. Es probable que ya lo haya escrito pero, en ese caso, es hora de reiterarlo.

Porque hay muchas supuestas reivindicaciones de la docencia, que son falsas.

¿Por qué alguien querría ser docente?

Es un trabajo, como cualquier otro. Y como cualquier trabajo es mejor para la sociedad si se hace bien, para lo cual es necesario que haya algo de pasión en ello. Ojalá todos los trabajos pudieran hacerse con placer y quitarle toda la carga laboral y dejar sólo lo remunerado (en el ideal, ni siquiera eso).

Avancemos descartando eso.

Limitémonos a la enseñanza universitaria.

Algunos docentes son profesionales de la docencia: o sea, hicieron de la enseñanza su profesión. Se mantienen económicamente con lo que cobran por su tarea docente y es su principal o único ingreso. Pueden tener varios cargos de dedicación simple y en algunas universidades DICEN (no me consta pero me lo ha dicho un docente de una universidad pública de prestigio) que uno de los gremios docentes acordó, para mejorar los ingresos, que se otorguen más cargos que los efectivamente ejercidos, en posiciones ficticias. Otros tienen dedicaciones semi-exclusivas combinadas o no con dedicaciones simples y otros contarán con una dedicación exclusiva.

Las dedicaciones simples con por el trabajo en una asignatura y las dedicación semi-exclusivas y exclusivas también. Pero se diferencias en que las dedicaciones semi-exclusivas y exclusivas incluyen algunos deberes relacionados con la producción y transferencia de conocimiento nuevo (investigación).

La ley (Argentina) limita la cantidad de horas declaradas en docencia en instituciones educativas a un máximo de 50 horas semanales. Muchos docentes están precarizados, con contratos semestrales, trabajando más de 50 horas pero al tratarse de contratos por locación de servicios, son irrastreables como horas de trabajo docente. Considero que la inseguridad laboral pretende hallar algún mínimo grado de compensación en este exceso de horas de dedicación. Sin embargo la observación muestra que este exceso se destina al consumo y no la conformación de un "seguro de desempleo" autogestionado, o sea en un ahorro por el riesgo de esta situación precaria, cada vez más extendida.

Otros docentes son profesionales que se desempeñan en los ámbitos públicos o privados, en organizaciones con o sin fines de lucro, en el área de especialización que les provee su título profesional y que hacen docencia en forma adicional. Pueden llegar a tener uno o dos cargos de dedicación simple. Su principal ingreso no es el que proviene de su actividad docente.

En ambos grupos pero más acentuadamente en el segundo, encontramos uno de los motivos por el cual un profesional elige dedicarse a la docencia: el prestigio de ser docente universitario. Mejor si se trata de una universidad reconocida o por lo menos "famosa".

Yo creo que muchas inseguridades personales se ocultan detrás de esta aspiración de prestigio de ser docente universitario. Estos docentes dicen desear formar profesionales excelentes, muestran una moral elevada, marmórea. Sin embargo hablan con desprecio de los estudiantes con base más endeble de conocimientos previos, de estudiantes provenientes de hogares humildes sin acceso a educación superior o media. Los tratan con arrogancia y en muchos casos son explícitamente irrespetuosos, despectivos. Se arrogan el derecho de insultarlos, despreciarlos y burlarse de ellos.

No es una fantasía. Ocurre. Lamentablemente, mucho más de lo imaginable.

Muchos estudiantes una vez graduados, cuando se convierten es docentes a su vez y me escuchan hablar a los estudiantes explicándoles que ningún docente ni autoridad de una universidad (u otra institución o empresa) tiene derecho a faltarles el respeto y les doy ejemplos de los derechos legítimos que tienen por ser ellos mismos (los estudiantes) responsables de su propio aprendizaje, me dicen que jamás habían pensado en cuán naturalizado tenían el abuso que habían sufrido por parte de los docentes. Empiezan a recordar los abusos sufridos, desde el más mínimo y frecuente: no recibir respuesta.

Muchos de estos docentes consideran que el docente por su posición de autoridad puede hacer uso de instrumentos de presión y arbitrariedad como negarle el derecho de analizar los errores de sus exámenes y trabajos prácticos, de cuestionar el criterio de correción si éste no era claro. También consideran que el docente tiene derecho a no comunicar el criterio de corrección y la modalidad de calificación a utilizar. Consideran que tienen derecho a tomar criterios distintos en distintos exámenes, no con una justificación (como el antecedente formativo de cada estudiante) sino aleatoriamente.

Con estas actitudes también enseñan. Enseñan que es válido ser sometidos a evaluaciones misteriosas, a ejercitar el azar en la distribución del tiempo y esfuerzo en una resolución, pese a que como profesionales seremos más valorados si somos eficientes en el uso del tiempo y podemos ajustarnos a los objetivos que nos proponen. Dos capacidades que jamás son ejercitadas cuando se oculta y no se sostiene el criterio de evaluación y no se comunica la relevancia de los puntos o en qué reside la importancia de cada dificultad planteada para su resolución.

Yo creo que si como profesionales tendremos que privilegiar atender algunos asuntos en detrimento de otros, de acuerdo a un análisis de costo/beneficio, tenemos que fomentar esto en las evaluciones. Sino vamos a estar estimulando que los estudiantes en tanto profesionales hagan lo que les parece que está bien ignorando las metas que se desea alcanzar en un equipo de desarrollo. Si son excluidos de esas metas durante su formación serán profesionales autistas concentrados en un criterio íntimo de excelencia, muchas veces sin relación con las metas de los proyectos en los que se desempeñarán.

Sin embargo este ocultamiento otorga al docente un poder que es ejercido a discreción, en la mayoría de los casos concientemente. He escuchado a docentes decir que tengo que usar el poder que tengo como docente y controlar situaciones con esos instrumentos.

Esto significa además que no debo considerar a los profesionales en formación como pares sino como inferiores. El concepto de inferioridad por el supuesto grado de conocimiento es algo que también se naturaliza. Pues no coloca al estudiante en una posición cronológica de su formación, sino en una categoría permanente. Muy útil para formar una disciplina de obediencia no basada en la racionalidad de las situaciones sino en la arbitrariedad de las designaciones.

Estos docentes lo son porque consideran que su conocimiento los hace superiores y desean ejercitar su posición de poder que emana de su superioridad, como placer o como reafirmación.

Hay otra modalidad aún más peligrosa. La mesiánica. El docente se siente en el deber de esclarecer a los ignorantes y conducirlos a su propia altura desde donde la realidad es absoluta y única para todas las condiciones de vida y desarrollo. Esta posición genera frustraciones, salvo que esa persona no tenga plena conciencia de la realidad. Y esas frustraciones se transmiten en forma de distintos tipos de violencia simbólica (o no tanto) a los/as estudiantes.

En la modalidad de enseñanza puramente expositiva basada en explicaciones, hay dos aspectos a considerar. Uno de ellos es la elección de la modalidad de una vía: la vuelta requiere la habilitación explícita del docente (permiso para preguntar, asignación de espacio para preguntas, o bien ningún permiso ni espacio). La explicación, la exposición de conocimientos, las anécdotas autorreferenciales tienen el fin jamás confeso de provocar admiración en los estudiantes. ¿Un problema de autoestima? Puede ser. En algún caso una necesidad de mostrar todo su saber y ser reconocidos por eso; en algún otro caso, a través de anécdotas para exponer su moralidad (intachable o por el contrario pragmática o inescrupulosa) y generar admiración o bien reproducir un modelo para convalidar el funcionamiento de la sociedad a través de las organizaciones que la forman, tal cual han sido sostenidas en el tiempo. Las anécdotas personales pocas veces generan un cuestionamiento en el estudiante sino que están destinadas a reafirmar los contenidos y mandatos expresados en su exposición. En esos casos no ponen jamás a prueba el pensamiento crítico y los valores de los estudiantes, sino que pretenden fijar o evocar lo ya dicho o bien anticipar algún contenido.

El otro aspecto es el concepto de estudiante de esos docentes. Una modalidad meramente expositiva implica que el docente no está interesadx en los conocimientos previos del/a estudiante. No cuentan, no sirven. No sabe de esta materia, viene vacío y el/la docente es el/a encargadx de llenar ese vacío. El objetivo es generar una copia de sí mismx lo mejor posible. Y es eso lo que evalúan. De qué forma el/a estudiante demuestra que está adquiriendo la forma de pensar del/a docente.

Personalmente creo que lo que aprendemos viene teñido de todo lo que sabíamos de antes, por haberlo estudiado explícitamente, por haber experimentado, observado, oído o discutido fuera y antes de la clase. Me consta porque al comparar los aprendizajes propios con mis compañerxs los mismos datos tenían en mayoría de los casos interpretaciones y valoraciones distintas. Y esto sólo puede explicarse por los valores y conocimientos previos de cada estudiante.

Y es una picardía no capitalizar estos verdaderos activos en una discusión que posibilite el enriquecimiento de todos y permita considerar otros puntos de vista y sus motivaciones, porque esto genera una ampliación de los enfoques propios.

En general estos docentes atribuyen un valor limitado a la discusión. Muy pocos aceptan que no la valoran. Es políticamente incorrecto. Pero en general atribuyen su propio aprendizaje a lo largo de sus años de docencia, principalmente a su ejercicio profesional y no a la discusión en clase.

La realidad es que de las discusiones el/la docente aprende mucho. Y no sólo aprende en las discusiones, sino que aprende aún más cuando explica y cuando corrige. Cuando aplica su conocimiento para valorar el aprendizaje de otros, y cuando lo usa para detectar errores o causas de los errores. También aprende de los motivos para incluir o excluir temas, para incorporar temas nuevos y en todas y cada una de las actividades de la práctica docente. La puesta en práctica de la toma de decisiones y la puesta a prueba de sus valores, también producen aprendizaje.

Por eso, parte de la actividad en la clase debe incluir la toma de decisiones por parte de los estudiantes, la valoración de los temas, el análisis de los valores en función de los cuales se decide, la explicación entre pares, la corrección entre pares. Si nosotrxs aprendemos, ¿por qué excluir a los estudiantes de nuestrxs clases de esos mismos aprendizajes que por otra parte son más generales y aplicables a todas las disciplinas y labores?

Muchos, demasiados docentes olvidan que cuando fueron estudiantes lograron un pequeño avance en el dominio de su disciplina (la que enseñan). Y pretenden elevar el nivel de exigencia de sus estudiantes al nivel que actualmente tienen, el resultado de años de ejercicio profesional, de años de análisis, explicaciones, correcciones y decisiones. Es excesivo y es un abuso además que un/a adultx suponga siquiera que en un cuatrimestre se puede esperar los resultados del decantamiento del aprendizaje de años de ese/a docente. ¿Qué debería hacer con ese aprendizaje? Desarrollar mejores estrategias y tácticas para favorecer un aprendizaje más profundo en sus estudiantes, amplicar su abanico de recursos para que mayor cantidad de estudiantes tengan acceso a ese conocimiento. Pero esto es imposible que ocurra en docentes que ignoran a sus estudiantes: simplemente no saben por qué no aprenden y lo atribuyen, pensamiento mágico mediante, a misteriosas capacidades culturales o genéticas. Desconocen qué sabían de antes, qué les falta saber, cómo ayudar a que desarrollen los conocimientos previos, qué relaciones establecen y cuáles les falta establecer porque simplemente no dan espacio a la visibilización mediante la discusión y la ocurrencia de errores.

Un/a docente que ignora a sus estudiantes, los coloca como muñecos cuyo rostro es un ojo y una oreja sentadxs en sillas, expectantes, jamás podrá mejorar sus estrategias de enseñanzas. Podrá hacer ejercicios de creatividad para su propia autosatisfacción pero jamás podrá adivinar qué ocurre dentro de esos estudiantes.

No es que una discusión lo permita. Nunca podemos estar seguros de lo que vive en el interior del/a otrx. Pero la visibilización mejora la comunicación y una mejor comunicación siempre favorece los aprendizajes. De cualquier tipo.

El problema es que mientras tengamos docentes que disfrutan escuchándose hablar, que disfrutan admirándose en sus anécdotas, el aprendizaje será un mero intento defectuoso de reproducir personas similares a esas.

Buenos días.


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lunes, 13 de octubre de 2014

El abuso convalidado.

El sábado pasado en la Marcha de la Mujer Originaria, Raquel llevaba una caja que decía:

"Basta de violaciones a mujeres y niñas y a la tierra.
La conquista de América se hizo con una bula papal que decía que el embarazar a mujeres originarias no era adulterio.
Basta de opresión. A desconolonizar."

Yo ya había leído antes que la gran población de criollos había sido producto del abuso de los varones (sí, incluso próceres de nuestra Historia): avance sobre los pueblos originarios, esclavitud de nativas, abuso de poder sobre empleadas. O sea, madres originarias y padres extranjeros o criollos, mucho más que a la inversa: padre originario y madre extranjera o criolla.

También había leído antes que un 70% de la población actual de la Argentina tiene rastros genéticos de algún antepasado nativo. Sumado a lo anterior, gran parte de ese 70% de la población tienen rastros genéticos de nativas.

Recordemos que hasta hace unos 50 años atrás se hablaba de hijos legítimos y naturales, y antes aún, de bastardos. Con menores derechos sucesorios.

O sea, que sus PADRES, violadores, habían además condenado a sus hijos productos de la violencia, a su propia suerte y lo habían firmado en las leyes que ellos mismos (legisladores varones, desde luego) escribieron al respecto.

No es cierto que antes se pensara distinto o que esto no fuera grave.

La violación siempre fue violación.

Que los mismos perpetradores, ayer como hoy fueran los poderosos, que tenían el poder de decir qué se dice y qué no, no quiere decir que la gente no sufriera las violaciones igual que hoy.

Basta leer FUENTEOVEJUNA para saber que ya que en 1613 había plena conciencia de esto. Y tampoco era novedad entonces.

Ya los ejércitos desde antes tenían permiso de violar y saquear a las poblaciones tomadas, como forma explícita de sometimiento: las productoras de hijos de una estirpe, la "pureza" de un pueblo, con un sello indeleble del vencedor.

Práctica convalidada por milenios. Con la venia del poder de los militares, los políticos y los religiosos de todas las épocas.

Ahí tienen la reserva moral.









Buenos días.



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