miércoles, 17 de junio de 2015

La sensiblería para los insensibles.

La sensiblería es el recurso de exacerbar el dolor en el espectador como forma de movilizar. Generalmente se apela al naturalizado sentimiento de superioridad del espectador, colocándolo en el lugar del fuerte, del mejor, del más grande, del aquel con moralidad, con sentido del deber y haciendo protagonista del show (video, texto, espectáculo de "solidaridad") al débil, al defectuoso, al incompleto, al incapaza de valerse por sí y reforzando estos roles y convalidando esta situación (que puede darse sí, circunstancialmente, coyunturalmente) como algo permanente: mientras haya débiles, habrá fuertes, mientras haya perdedores habrá ganadores y yo estoy de este lado de acá, del lado seguro.


La sensiblería no cambia ni ataca estos roles, no los morigera, sino que los refuerza, no apunta a la empatía sino que apunta a la indiferencia, por eso la sensiblería es para los insensibles. Mueve temporariamente al espectador insensible a la emoción del reconocimiento de su lugar protegido de privilegio, refuerza su rol moral: "mirá cómo pasan estas cosas, cómo hay gente que maltrata, cómo hay gente que sufre maltrato". Pero esto no tiene nada que ver con él, salvo por ese ratito minúsculo en que se siente bueno y moral porque ha sentido una emoción. Se creen desde antes mejores y la sensiblería los hace sentir aún más por encima del resto. Porque "perciben", se dan cuenta, se emocionan, ¡quién no!

La sensiblería es para los insensibles.

Los sensibles son empáticos, no necesitan de ningún show, ni siquiera se dan cuenta de que están dando un mano porque les es natural moverse de acuerdo a sus sentimientos de justicia, de equidad, de igualdad.

Los sensibles sienten que son generalmente iguales a los demás, en necesidades, en sueños, en expectativas y que hoy están en una posición y otro día en otro más desventajoso y que es justo que todos por igual traten de remediar esas circunstancias. Pueden desarrollar una empatía porque se ponen en el lugar del otro y experimentan una emoción que suponen que también tiene el otro. Son muy probablemente iguales en esto. Las injusticias las pueden sentir porque se imaginan cómo sería experimentarlas en sí mismxs. Cómo sería encontrarse con obstáculos y no poder llegar, enfrentarse con el cansancio de intentar una y otra vez y no alcanzar. O por el contrario, la alegría de un logro, que ilumina el recorrido que los condujo allí. Por un sentimiento de justicia.

Por eso, la sensiblería es para los insensibles.

Buenos días.


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