sábado, 30 de mayo de 2015

Universidad y desarrollo económico productivo: los retos del Siglo XXI

Ayer fui a dos charlas. Una de ellas del Programa Siglo XXI del Rectorado de la UBA. La charla se llamaba "Universidad y desarrollo económico productivo: los retos del Siglo XXI".

Yo ya venía con ideas previas acerca de la naturalización que se ha ido propulsando acerca de que el bienestar de la sociedad es impensable desde la limitación de las exigencias de los agentes económicos predominantes.

Pero la charla en el Rectorado de la UBA sirve de muestra de cómo se produce y se sostiene esta naturalización. Presentaba la Secretaria de Asuntos Académicos de la UBA, la Prof. Nosiglia y luego moderaba el Ing. Salgado, Decano de FIUBA. Luego presentaron 3 mujeres: una docente de Diseño Industrial, otra de Agronomía y una de posgrado de Ingeniería (especializada en petróleo y gas, sobre todo upstream y mainstream).

Todas las exposiciones apuntaban a formar RRHH para las empresas y estimular la creatividad en los estudiantes. Me preocupó especialmente la tercera expositora, docente de posgrado que trabaja para Medanito; de hecho vino como vocera de Medanito: su presentación, abajo a la izquierda tenía el logo y nombre de Medanito. Entre otras cosas dijo que los yacimientos están maduros y que las tecnologías para explotación de shale se podían importar o bien desarrollar acá, y que para lo segundo se requiere desarrollar 30.000 RRHH en 5 años. Para formarnos una idea de la magnitud de este requerimiento, hay que considerar que el Ministerio de Educación publicó las cifras estadísticas del 2013 en donde consta que ese año se graduaron en nivel universitario 117.719 estudiantes y había cursando unos 425.650 estudiantes más. El 70% de ellos, son de carreras del sector de la Salud, Humanísticas y Sociales y un 23% a Ciencias Aplicadas y un 7% a Ciencias Básicas. El requerimiento de este sector (30.000) representa un 5,5 % del total de estudiantes (en todo nivel. desde iniciales a avanzados) y graduados. Pero consideremos que el grueso debería salir del 23% de Ciencias Aplicadas que no tienen una gran matrícula. Estamos hablando de estadísticas no muy ajustadas, y además cifras del 2013 contra requerimientos (cuya fuente ignoro) tal vez del 2014. Vaya a saber cuál será el panorama y realidad en el 2019.

Todavía no lo está subida pero cuando ocurra, el video de la mesa redonda se subirá a esta URL: http://programasiglo21.rec.uba.ar/paneles

Del público hubo pocas intervenciones, las habituales siempre que se tratan estos temas: lugares comunes acerca de la forma de estimular la creatividad por ejemplo.

A mi juicio la mejor intervención del público fue la de una docente asociada de Agronomía que dijo: "formar RRHH para las empresas no es la única función de la universidad pública, también está la de investigar y desarrollar líneas nuevas y delinear la sociedad que deseamos, y no sólo lo que las empresas quieren", o algo así.

Y  aquí me remito casi al inicio del post: esta naturalización que padecemos y reproducimos de justificar y fomentar el privilegio de las empresas, corporaciones e instituciones de la Economía por sobre los individuos y las organizaciones no-económicas, ¿cómo desnaturalizarla?

Las profesiones hoy son concebidas cada vez más en términos de su participación en una actividad económica tradicional. Y la Economía ha adquirido con los años una cierta autonomía, y no está supeditada ya a las necesidades de los individuos de una sociedad.

Buenas noches.



DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

sábado, 23 de mayo de 2015

Preocupada.


Hoy hubo una serie de pequeños acontecimientos preocupantes.

Hoy se difundió en la universidad un corto sobre inclusión educativa en el marco de la semana de la diversidad (banderas, información, escarapelas, charlas).

Invité a mis estudiantes (que vinieron pocos) a ir. Era media hora y nuestra clase era de casi 4 horas.

Ninguno quiso ir. Uno de ellos dijo que no le interesaba. Que si hubiera sido de comida tampoco iba porque tampoco le interesaba. Pero que si hubiera sido de informática, iba.

Al rato los invito para ir en grupo. Tampoco quisieron ir.

Luego llegaron unos estudiantes a informar la situación de las elecciones del claustro de estudiantes, relatando su versión de los hechos.

Luego de que se fueron, mis estudiantes cuestionaron la participación política de los visitantes, pues ellos aducen no tener tiempo entre el trabajo y el estudio.

Uno de ellos además de trabajar hace 4 materias. Luego de algunas bromas y los comentarios sarcásticos clásicos, uno le dijo: "¿a que una es TSC?" (Trabajo Social Comunitario), como minimizando la exigencia de esta asignatura.

TSC es siempre materia de cuestionamiento. Algunos estudiantes no tienen el más mínimo interés de hacerla, otros la aceptan pero sienten que hay una bajada de línea, otros que no se puede opinar y que si repiten lo que espera el docente sacan 9 ó 10 y que no están de acuerdo con no poder disentir (dicen que al final les resulta igual que Catequesis de la secundaria, ¿otra religión?). Luego se pusieron a discutir de que las clases son muy antisistema y que están cansados de esos argumentos. Que ya vieron todo eso en la secundaria.

¿Qué es lo que me preocupa?

Me preocupa que el problema no sea la falta de información, sino su exceso.

Que se cansen, que no les interese.

Yo soy de una generación que no recibió información. A nosotros nos mentían y nos ocultaban. Nos mostraban una versión edulcorada y bienintencionada de la historia, en donde o te mentías a vos mismx o te sentías una basura de persona, comparándote con esos próceres, héroes y santos. De algunas cuestiones ni nos enterábamos. Algunxs de mi generación no aceptaron jamás salir de la burbuja, no quisieron enterarse de que nos habían manipulado con información insuficiente o falseada. Otrxs nos enojamos, nos sentimos estafadxs.

Que un estudiante reconozca la información que recibe como antisistema, algo tan polar, tan lateralizado y lo rechace o relativice, me preocupa. Era más fácil cuando pensaba que el problema era la falta de información. 

Me preocupa por todo lo que reproduce y facilita la inacción, el desinterés, el descrédito. Destruye las alertas, baja las defensas y permite que los avances más rápidos o más lentos, no dejen de sucederse. 

Y me preocupa porque en la historia hay tantas muestras de lo que ocurre cuando estos avances no se detienen...

Que les suene a mentiras, a versión como cualquier otra de la historia, como a nosotrxs nos sonaba el silencio y los cuentitos de hadas, con el mismo hastío, me preocupa.

¿Qué estamos haciendo mal? No es un problema de falta de información. No están recibiendo una sola versión. Están recibiendo las dos versiones porque las identifican. ¿Por qué están eligiendo así? Mi generación pudo no haberse enterado de lo que pasaba, o haberlo hecho (como yo) tarde. Pero sabiendo, elegir “dejar hacer”, “dejar avanzar”. O peor, sabiendo como son o fueron las cosas, creer que es mejor no intervenir, o no cuestionar.

¿Tal vez esto ocurre porque ese panorama que les mostramos es inmanejable, y sienten que quizás no pueden lidiar con una realidad que no pueden abarcar o controlar por sí mismos?, ¿o tal vez porque consideran que no hay nada para hacer?

No me preocupa que sientan que no pueden opinar. Es un poco así, siempre ha sido un poco así. En donde hay formación autoritaria, no importa de qué signo, de izquierda, de centro o de derecha, es y será así. De hecho me tranquiliza que les moleste no sentirse libres de opinar.

No me preocupa que sientan que si dicen lo que el profesor quiere oir aprobarán. Para ellos podrá ser algo novedoso, pero siempre ha sido un poco así, y no sé si puede evitarse mucho (es tema para otro post). Es un comportamiento humano relacionado con otras cuestiones, no es el problema de una universidad en particular. Los estudiantes que mejor califican siempre han sido aquellos que han sido más hábiles para responder lo que quiere escuchar el docente. Pero de hecho no sólo no me preocupa sino que me tranquiliza que se resistan a repetir los criterios de otros sin cuestionarlos.

Pero sí me preocupa que estén cansados de escuchar consignas antisistema (conociendo ambas versiones, ¿se cansarían de escuchar las versiones tradicionales?), o que se interesen por tan pocos temas, o que crean que el interesarse por sólo algunos temas y desinteresarse de los otros (culturales, políticos) está bien o es señal de rectitud o de buen juicio.

Es evidente que algo estamos haciendo mal.


Buenas noches.

DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

jueves, 21 de mayo de 2015

Calibán y la bruja. Más notas.

"Calibán y la bruja" de Silvia Federici tiene un subtítulo, que es "Mujeres, cuerpo y acumulación originaria (primitiva)."

Sobre el título nomás hay mucho para decir, en principio que un tema que retomaré más adelante será el tratamiento de los cuerpos y para ello reforzaré con algunos fragmentos de Pilar Calveiro.

Pero en este post me quiero referir a la acumulación originaria (primitiva).

La explicación se justifica porque en la Edad Media contrariamente a lo que muchos autores intentaron difundir, no estaba presente ya el germen del capitalismo. Había además proliferado bastante, otro muy distinto: el comunalismo y en muchos casos, libertario.

El capitalismo no pudo darse antes porque para desarrollarse necesitaba desarrollar el capital como acumulación. Esta acumulación originaria es ya mencionada por Adam Smith interpretándolo como producto de la abstinencia de los ricos y además ocurrida intemporalmente. Este punto merece una discusión aparte, en otro post.

Marx discute a Adam Smith acerca de esta acumulación originaria. Y Silvia Federici discute a Marx.

En una de las partes, "Calibán y la bruja", Silvia Federici critica a Marx porque omite dos medios importantes para explicar cómo se produce la acumulación originaria.

Marx indica que el capitalismo no podría haberse desarrollado sin una acumulación de capital previa y que ésta se produce mediante la separación del trabajador de los medios de producción (en y durante la salida del feudalismo se estaban desarrollando distintas experiencias de comunalismo, en donde el trabajador tenía alternativas para el autosustento), la formación del trabajador independiente libre y las campañas de esclavización vía el comercio de pieles humanas y sojuzgamiento de los pueblos originarios de América y Africa.

Respecto del comercio de pieles se refiere al negocio triangular que tenía lugar: Europa vendía productos en Africa y con lo percibido compraba esclavos que vendía en América. Con lo percibido compraba productos de América que los vendía en Europa, para volver a comenzar. En cada trayecto se hacían ganancias. La compraventa de esclavos era el "segundo trayecto", como se lo conocía, en esta triangulación.

Silvia Federici agrega además que fueron factores indispensables: la transformación del cuerpo en una máquina de trabajo y el sometimiento de las mujeres para la reproducción de la fuerza de trabajo, promoviendo su desplazamiento de los roles que ocupaban en los movimientos sociales y que se convierten en persecución y exterminio vía la caza de brujas.
Menciona la autora que también se aplicó una estrategia divisionista en las clases más desfavorecidas, creando jerarquías por género, raza y edad.

Aquí vemos cómo las estrategias políticas se repiten en las distintas épocas y escenarios. La vieja estrategia de dividir para vencer se puede observar con plenitud en la aplicación de tácticas divisionistas en las clases más desventajadas para contrarrestar y revertir el proceso que venía progresando de creciente riqueza del campesinado y artesano y la mejora en el posicionamiento social de las mujeres.

Más adelante aportaré detalles sobre la situación de las mujeres y cómo se aplicaron estas estrategias divisionistas.

Buenas noches.

DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

Nuevas lecturas, lecturas interrumpidas.

No, no abandoné a Santo Tomás Moro y su Utopía. Tuve que suspender para aprovechar participar de una lectura "coordinada" para poder comentar y discutirla en grupo.

Igualmente ya en la primera parte que había leído había cuestiones inquietantes y no por lo agradables que ya comentaré. Así que suspendí Tomás Moro y continué avanzando con Silvia Federici y "Calibán y la bruja". El post anterior incluye unos fragmentos de este libro que edita Tinta Limón en Argentina pero que se consigue en pdf por Internet.

Fue a raíz de esta lectura que ayer estuve sumergida (apenas un ratito) en un mundo algo extraño. Y luego tuve que probar de salir leyendo una novelita insorporatable que empecé y no sé cómo terminar de digerirla (porque quiero saber adónde me quiere conducir la trama).

El texto presenta varias rebeliones en la Edad Media que ocurrieron en Europa, ligadas a movimientos sociales, varios de ellos en torno a lo que se definieron como herejías.

 Algunos sabrán que ese tema me interesa muchísimo.

Las herejías fueron instrumentos de lucha política al interior de la Iglesia y también al exterior, en la competencia entre el poder temporal de la Iglesia y el de los otros actores aspirantes al poder durante el desmembramiento del mundo feudal.

Ya se las menciona en "El nombre de la rosa" y cuando posteé algo sobre Hipatia, la científica que pereció en manos de fanáticos cristianos a instancias del que luego fue San Cirilo, también agregué algo sobre las herejías que encontré, como forma de eliminar competencias en la centralización de la Iglesia Católica (antes había patriarcados descentralizados con cierto grado de autonomía).

Hice una pequeña búsqueda en mi biblioteca entre novelas y libros de historia, ensayos, libros de Economía o compilaciones sobre distintas disciplinas (filosofía, sociología) que relatan distintos aspectos de la vida medieval y separé los textos que me parecía que podían aportar enfoques complementarios o incluso opuestos.

E instalé una mesita con todo el material de estudio para poder avanzar en pequeños recreítos como el de ayer.

Estoy fascinada por el ambiente entre el S. XI y XVI, época que siempre me gustó y cuya música es una de las que más me gusta desde adolescente. Ahora con más ingredientes y más apasionantes que sólo el arte.


Sobre las sectas, además de localizar varias referencias (sobre todo a los dulcinianos) en "El nombre de la rosa" encontré un libro de Angel Cappelletti que también confirma y amplía en algunos puntos, lo explicado por Silvia Federici y lo novelado por Umberto Eco.

En un post más adelante pondré en limpio estas tres fuentes pues es un tema apasionante.


Buenas tardes.



DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

La violación y la prostitución.

La violación de las mujeres ha sido una táctica de sojuzgamiento que tiene comprobación histórica. Y la prostitución un medio de control social.

Cuenta Silvia Federici:

"A finales, no obstante, del siglo XV, se puso en marcha una contrarrevolución que actuaba en todos los niveles de la vida social y política. En primer lugar, las autoridades políticas realizaron importantes esfuerzos por cooptar a los trabajadores más jóvenes y rebeldes por medio de una maliciosa política sexual, que les dio acceso a sexo gratuito y transformó el antagonismo de clase en hostilidad contra las mujeres.

Como ha demostrado Jacques Rossiaud en Medieval Prostitution (1988) [La prostitución medieval], en Francia las autoridades municipales prácticamente dejaron de considerar la violación como delito en los casos en que las víctimas fueran mujeres de clase baja. En la Venecia del siglo XIV, la violación de mujeres proletarias solteras rara vez tenía como consecuencia algo más que un tirón de orejas, incluso en el caso frecuente de un ataque en grupo (Ruggiero, 1989: 94, 91-108). Lo mismo ocurría en la mayoría de las ciudades francesas. Allí, la violación en pandilla de mujeres proletarias se convirtió en una práctica común, que los autores realizaban abierta y ruidosamente por la noche, en grupos de dos a quince, metiéndose en las casas o arrastrando a las víctimas por las calles sin el más mínimo intento de ocultarse o disimular. Quienes participaban en estos «deportes» eran aprendices o empleados domésticos, jóvenes e hijos de las familias acomodadas sin un centavo en el bolsillo, mientras que las mujeres eran chicas pobres que trabajaban como criadas o lavanderas, de quienes se rumoreaba que eran «poseídas» por sus amos (Rossiaud, 1988: 22). De media la mitad de los jóvenes participaron alguna vez en estos ataques, que Rossiaud describe como una forma de protesta de clase, un medio para que hombres proletarios —forzados a posponer su matrimonio durante muchos años debido a sus condiciones económicas— se cobraran «lo suyo» y se vengaran de los ricos. Pero los resultados fueron destructivos para todos los trabajadores, en tanto que la violación de mujeres pobres con consentimiento estatal debilitó la solidaridad de clase que se había alcanzado en la lucha antifeudal. Como cabía esperar, las autoridades percibieron los disturbios causados por semejante política (las grescas, la presencia de pandillas de jóvenes deambulando por las calles en busca de aventuras y perturbando la tranquilidad pública) como un pequeño precio a pagar a cambio de la disminución de las tensiones sociales, ya que estaban obsesionados por el miedo a las grandes insurrecciones urbanas y la creencia de que si los pobres lograban imponerse se apoderarían de sus esposas y las pondrían en común (ibidem: 13).

Para estas mujeres proletarias, tan arrogantemente sacrificadas por amos y siervos, el precio a pagar fue incalculable. Una vez violadas, no les era fácil recuperar su lugar en la sociedad. Con su reputación destruida, tenían que abandonar la ciudad o dedicarse a la prostitución (ibidem; Ruggiero, 1985: 99). Pero no eran las únicas que sufrían.

La legalización de la violación creó un clima intensamente misógino que degradó a todas las mujeres cualquiera que fuera su clase. También insensibilizó a la población frente a la violencia contra las mujeres, preparando el terreno para la caza de brujas que comenzaría en ese mismo periodo.
[...]

Otro aspecto de la política sexual fragmentadora que príncipes y autoridades municipales llevaron a cabo con el fin de disolver la protesta de los trabajadores fue la institucionalización de la prostitución, implementada a partir del establecimiento de burdeles municipales que pronto proliferaron por toda Europa. [...]

El burdel municipal también era considerado como un remedio contra la homosexualidad (Otis, 1985), que en algunas ciudades europeas (por ejemplo, Padua y Florencia) se practicaba amplia y públicamente, pero que después de la Peste Negra comenzó a ser temida como causa de despoblación.

Así, entre 1350 y 1450 en cada ciudad y aldea de Italia y Francia se abrieron burdeles, gestionados públicamente y financiados a partir de impuestos, en una cantidad muy superior a la alcanzada en el siglo XIX. En 1453, sólo Amiens tenía 53 burdeles. Además, se eliminaron todas las restricciones y penalidades contra la prostitución. Las prostitutas podían ahora abordar a sus clientes en cualquier parte de la ciudad, incluso frente a la iglesia y durante la misa. Ya no estaban atadas a ningún código de vestimenta o a usar marcas distintivas, pues la prostitución era oficialmente reconocida como un servicio público. Los urdeles eran vistos como un remedio contra la protesta social, la herejía y la homosexualidad preparando el terreno para la caza de brujas que comenzaría en ese mismo periodo."

Si esto no alcanza, también podemos recordar la ley que permitía violar a las mujeres gitanas. Al respecto cuenta Christian Ferrer en "Una moneda valaca":

"En 1416, nueve años después de la llegada del primer grupo de zíngaros a Alemania, se dictó la primera ley antigitana. Se establecerían cuarenta y siete más sólo hasta 1774, algunas tan permisivas que permitían matarlos donde se los encontrara previa violación de las mujeres."

Se entenderá que las creencias y prácticas patriarcales no se limitaron a Europa y a un par de siglos. Continúan hoy y han sido reforzadas y revitalizadas por todos los estados (-de cualquier régimen y cualquier ideología política) y las principales religiones del mundo en toda la historia.

¿Es exagerado pensar que los estados y principales religiones son misóginas y proxenetas? ¿Y que han fomentado y fortalecido las agresiones, sometimiento y humillaciones hacia las mujeres por intereses propios de los estados y las religiones?

Si sos mujer y estás pensando que no corrés tantos riesgos (por tus horarios, tus ocupaciones o tu forma de vestir o comportarte) es porque tenés esos argumentos internalizados y también estás reproduciendo esos maltratos.

Todos los días nos encontramos con noticias de agresiones de distinto tipo, acoso y maltrato físico y psicológico, apropiación de los cuerpos con distintos fines, limitación en la libertad sobre el propio cuerpo, objetivación reforzada por la publicidad y los medios, humillación constante en SUPUESTAS bromas, generalizaciones descalificantes, tradiciones ultrajantes, desventajas laborales, justificaciones al maltrato, violencia sexual y femicidios.

No se analiza ni juzga la agresión sino hasta después de "aprobar" a la víctima, como si la agresión no tuviera entidad por sí misma y el agresor lo fuera sólo en un contexto -a justificar- y no como respuestas propias de su patrón de conducta.

Una forma más de verificar si la agresión constituye violencia de género es imaginar el mismo caso cambiando el género de la víctima por el de un varón. No sólo el cuerpo, sino los argumentos. Si los argumentos te suenan infrecuentes o incluso ridículos al invertir los géneros de las víctimas, estamos más que probablemente frente a un caso de violencia de género. Y si el caso además no hubiera tenido el mismo desenlace, el motivo (la diferencia entre ambos casos) ES precisamente el género y por lo tanto ES violencia de género.

Pero no es la única, es sólo una forma más de verificar. Hay casos sutiles en que esta prueba burda puede salir victoriosa y es necesario ahondar en el contexto pero es una buena "regla del pulgar" para empezar a darse unos segundos antes de abrir la boca y reproducir y convalidar el maltrato.

Buenas tardes.


DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

sábado, 2 de mayo de 2015

Utopia de Tomás Moro, bitácora de lectura.

Ayer anduve recorriendo librerías cocolicheras de Av. Corrientes y encontré algunos libros a buen precio para mí y otros a buen precio para el librero.

Tenía desde los 14 ó 15 una deuda con Tomás Moro (Thomas More), cuando en el colegio en una clase una profesora nos preguntó cómo sería para nosotros la sociedad ideal y yo dije una sociedad en donde todos produjeran para la sociedad lo que la sociedad necesita y la gente tomara de ella lo que necesita sin dinero de por medio (creo que casi todos los niños y niñas piensan eso hasta que se les inculca y adoctrina acerca del precio y las restricciones que se sufren de no desarrollar habilidades para obtener dinero). La profesora me dijo que leyera Utopía de Tomás Moro. Veníamos para esa época tratando en Religión, dos encíclicas papales: Rerum Novarum y Mater et Magistra, así que cuando explicó que comunismos había varios y que no era un invento del Siglo XX sino que los primeros cristianos que vivían ocultos en catacumbas eran precisamente comunistas, yo me sorprendí muchísimo.

Así que ayer compré (entre otros libros que quería tener) Utopía. $20. Se ve que las utopías están devaluadas hoy en día.

Al principio, Tomás Moro cuenta cómo traba relación con el viajero aventurero Rafael Hytlodeo y cómo se enganchan a conversar. Dice que vio distintos pueblos con distintos tipos de gobierno y leyes y que algunos de ellos vivían en armonía.

Luego aparece un párrafo algo irónico en mi traducción:

"Le preguntamos largamente sobre tales extremos, y él, con suma amabilidad, satisfizo nuestra curiosidad. Mas no le hicimos preguntas acerca de los mostruos, porque eso ya no es nuevo. Nada es más fácil de hallar  que las aulladoras Escilas, las voraces Celenos, los Lestrigones devoradores de hombres y otros monstruos grandes e increíbles. Pero es extramedamente raro encontrar ciudadanos gobernados mediante buenas leyes."

Busqué en Internet la versión digital y la traducción era distinta y sin el color irónico:

"Nuestro interés, en efecto, se cernía sobre una serie de temas importantes, que él se deleitaba a sus anchas en aclarar. Por supuesto que en nuestra conversación no aparecieron para nada los monstruos que ya han perdido actualidad. Escilas, Celenos feroces y Lestrigones devoradores de pueblos, y otras arpías de la misma especie se pueden encontrar en cualquier sitio. Lo difícil es dar con hombres que están sana y sabiamente gobernados."

Por lo que decidí buscar la versión en inglés que encontré (entre otras fuentes) en el Proyecto Gutenberg:

"We asked him many questions concerning all these things, to which he answered very willingly; we made no inquiries after monsters, than which nothing is more common; for everywhere one may hear of ravenous dogs and wolves, and cruel men-eaters, but it is not so easy to find states that are well and wisely governed." (*)

Creo que entre las tres versiones, se pueden extraer dos conclusiones:

Que tanto entonces como hoy en día de lo que más se habla es de supuestos monstruos (tabúes, sujetos estigmatizados) y que lo más difícil de hallar es precisamente un pueblo bien y sabiamente gobernado.


(*) Recibí algunos comentarios acerca de que el original seguramente estaba en latín y creo que sí, lo fue, pero no sé latín. Encontré el texto en latín en:

Y dice:
"His enim de rebus & nos auidissime rogabamus, & ille libentissime disserebat, omissa interim inquisitione monstrorum, quibus nihil est minus nouum.

Nam Scyllas & Celenos rapaces, & Lestrigonas populiuoros, atque eiuscemodi immania portenta, nusquam fere non inuenias, at sane ac sapienter institutos ciues haud reperias ubilibet.
"

Sigo sin entender qué dice pero para quien sea conocedor de esta lengua, podrá sacar sus conclusiones.

También me comentó que Tomás Moro trata una crítica a la Reforma en sus referencias.



Buenos días.



DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

El top ten de siempre