jueves, 21 de enero de 2010

La solidaridad mal entendida

¿Por qué en vez de comerte una Big Mac no transferís la mitad del importe de la hamburguesa a la cta de Bco Nación de la Cruz Roja, o por teléfono a Médicos sin Frontera y de paso te cuidás la salud?

¿Por qué en vez de decir "compren Big Mac para que seamos solidarios" (no hay riesgo) no dicen "Acabamos de donar el 0,1% ó el 0,01% de las ventas/royalties del mes pasado" (no previsionado)?

¿Por qué no buscamos formas de mejorar la sociedad para todos, interactuando, afectándonos y dejándonos afectar por esta cultura de la que somos parte y que nos resistimos a considerar propia para no cargar con las responsabilidades de la inacción?

Es radicalmente distinto. Es una campaña de Marketing.

-El caso de las catástrofes
-El caso del asistencialimso


-El caso de las catástrofes

Ya se sabe, aunque aunque se discuta, que los esfuerzos de Responsabilidad Social Empresaria se realizan como inversión en imagen. Es algo que la sociedad acepta por sus beneficios. Así hay empresas que tienen presencia permanente en su ámbito de influencia o que construye y mantiene escuelas rurales, comedores, entre otros emprendimientos. La empresa hace y luego lo hace conocer. Y esto, espera, produce una mejor imagen. Esta mejor imagen hace que el consumidor tenga presente a esa empresa en la decisión de compra, que evalúe la alternativa, o en el mejor de los casos, se identifique con los valores institucionales y se fidelice espontáneamente. La empresa asume un riesgo y en general el esfuerzo es anticipado y aunque varíe según la rentabilidad, es una inversión a la imagen futura. Esto es más o menos así aunque la literatura empresaria discuta si las empresas tienen "valores", tienen "misión" y las empresas se asesoren acerca de su redacción y su promulgación porque es lo que se espera de ellas. Y se discuta acerca de cómo medir el retorno de dicha inversión en este tipo de intangibles, entre otros.

Pero en otros casos, que es lo que señalé con mi comentario sobre Haití, la donación es posterior y sujeta a que la gente compre un producto determinado. Y esto no es solidaridad, es campaña de marketing. La empresa no asume ningún riesgo, su donación es posterior y produce un aumento de las ventas anterior a la donación. Esto es marcadamente distinto.

No se discute la utilidad de ese dinero. Es mejor sin duda, que el dinero recaudado por las catástrofes se obtenga por ese medio a que no haya forma de recaudarlo. Esto tiene que ver con la estructura solidaria social, que aún necesita de convocatorias sonoras y asociadas al placer para responder.

Y también es cierto que no es la primera vez que se hace, ni es la única empresa que lo hace.

Pero creo que la sociedad está en condiciones de empezar a pensar ya en dar un paso más en esta transformación de la estructura solidaria social. Empezar (para luego ir a formas más sutiles) a discutir las diferencias entre el modelo de "La casa de Ronald Mc Donald" (un emprendimiento solidario permanente) y un "$0.50 de cada Big Mac por Haití". ¿Qué características podrían mantenerse, qué actitudes sostener y cuáles censurar?

Entiendo perfectamente que La casa de Ronald Mc Donald apunta a una situación permanente y que lo de Haití es emergente y como tal requiere de una respuesta extraordinaria. Pero personalmente no me gusta que se use como campaña de marketing. Ya había empezado a molestarme esto con el tema de los conciertos de artistas de renombre, en donde "una parte" se destinaba a las tareas de rescate o asistencia a las víctimas.

Si la recaudación total se destinara a la causa (pues los proveedores -sonidistas, seguridad, catering, etc- también podrían ser solidarios, o bien elegirlos precisamente así) estoy de acuerdo. Acá ha habido muchos recitales en donde los artistas donaban su total participación para que la recaudación se destinara a distintas causas. El ideal para mí es que toda la cadena fuera donante (todos los proveedores, la logística, la publicidad). No Mc Donalds, sino toda la cadena, muchos nombres o ninguno. Y la sociedad debería autoconvocarse ante la noticia: San Antonio de Areco, Haití, o como se llame el disparador. Yo, como ciudadana debería buscar qué iniciativas hay y sumarme y no esperar a ser tentada por lo grandilocuente, sensibleros que buscan colocarnos por encima teniéndole lástima a las víctimas.

Las acciones solidarias por catástrofes debería empezar a ser más respetuosas, y más silenciosas (en términos publicitarios, me refiero) por parte de toda la sociedad.

-El caso del asistencialismo

Recientemente hablando de este tema con Gabriela H. vi que no estoy tan fuera del mundo cuando pienso que el asistencialismo y la solidaridad asimétrica no es lo mejor, lo más sostenible, ni lo más desinteresado.

Ahora que cada vez más gente realiza donaciones y participa de acciones solidarias es el momento de dar un nueva vuelta de tuerca a la estructura social que da sustento a los emprendimientos "solidarios".
La solidaridad=caridad, para mí y hasta ahora (hasta que lea los autores que me recomendaron, lo cual puede producir cambios en mi forma de pensar):
-refuerza la asimetría social: el que da está por encima (sabe, tiene y puede más) que el que recibe
-sostiene en un rol de debilidad al que recibe: no es un intercambio sino una acción de una vía en donde el que recibe está obligado a aceptar lo que le den. Esto es muy fuerte en nuestra sociedad cuando la gente dice exasperada en el límite: "encima que le dan...", "a caballo regalado no se le miran los dientes". Este tipo de afirmaciones son válidas cuando uno mismo elige aplicarlas al caso propio pero no da derecho a exigirlo en los demás.
-no permite que el que está en situación de necesidad, lo esté temporariamente: no da herramientas para levantar cabeza solo y dejar de depender... POR ENDE:
-refuerza los mecanismos de dominación social y
-paraliza los canales de movilidad social.

El conocimiento es lo que posibilita romper estos círculos viciosos. No hablo del conocimiento científico, sino del cotidiano: saber arreglárselas solo, saber "cuidarse" en el buen sentido (qué comer, cómo elegir en qué gastar, saber priorizar, cómo cuidar la salud con poco, con más o menos y con mucho, etc). Todo
esto es discutible pero adquiere sentido sólo a partir de un cambio estructural de la sociedad. (Yo apuesto a los modelos en red que no den más lugar a estructuras piramidales)

Mientras el conocimiento se difunde y se arraiga y se hacen disponibles los medios para que las oportunidades sean accesibles a todo aquel que hace un esfuerzo "razonable" de interés por ellas, es necesario, sin duda, tomar medidas asistencialistas. Estas medidas no deberían ser, de ningún modo, más beneficiosas que el producto obtenido por el propio esfuerzo. (Siempre para mí) Sino se fomenta la pereza y la vagancia.

21/01/10 Fb

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