miércoles, 19 de enero de 2011

El trabajo como valor IV: mercancía de poco valor

En octubre hice un borrador de "El trabajo como valor III" en donde reemplacé las definiciones por una artículo de la revista "Cuaderno de Materiales" que en su número 9 de 1999 trata el tema desde distintos ángulos. En el post III invitaba a leer el primero de los artículos y hoy los invito a leer el segundo artículo "Neoliberalismo y mercado de trabajo".

Recuerdo que cuando se puso de moda el neoliberalismo, algo en las entrañas me decía que no era nada bueno. La gente a mi alrededor estaba fascinada, pero yo veía que detrás de las estadísticas que entusiasmaban al 10% más rico de la población, había un 90% perdiéndose en la desnutrición y que daría origen a una siguiente generación malograda.

Estos artículos son escritos hacia el final de la década de auge del neoliberalismo, cuando abundaban los "ejemplos a seguir" con argumentos por primera vez explicitados y repetidos con certeza científica por los legos. Hoy en día la mayoría de estos legos no han logrado replantear la cientificidad de dichos postulados.
La primera afirmación que anoté es la naturalización de ciertas prácticas originariamente antinaturales. La segunda es una tendencia al individualismo muy marcada, abonada por el miedo. La última es la transformación del trabajo en una mercancía de cambio de valor cada vez menor.

La lógica del neoliberalismo es seductora. Es todo tan lógico, tan determinista, cierra hasta con un moño. Lástima que no ocurra. O que no ocurra en lo profundo y tal vez sólo ocurra en la superficie y temporariamente. O que se base en afirmaciones formuladas con matiz matemático, sin serlo. O que se base en suposiciones en vez de certezas.

Quiero resaltar algo respecto del párrafo (supongo que han leído el artículo):
"La cuestión de los costes se convierte, por lo tanto, en uno de los problemas clave de discusión. Por mi parte, creo que hay dos aspectos centrales. El primero es que resulta evidente que en este proceso hay ganadores y perdedores, y que estos últimos no sólo son determinados grupos sociales y países, sino áreas geográficas enteras como el África subsahariana -los informes de la UNCTAD (Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) permiten ver el alcance de algunas de estas  dinámicas-. Sin embargo, en los análisis oficiales se sostiene que la lógica del mercado tenderá a resolver esos "costes de transición". Costes que recordémoslo hacen referencia a bolsas de pobreza, a desempleo, marginación y exclusión social; que generan sufrimiento humano y de los que no se sabe cuantos años durarán."

Yo ya en esa época sospechaba que la desnutrición estaba haciendo estragos y en forma irreversible. Luego, las conferencias e informes del Doctor Albino (encontrarán varios links pero atender especialmente a éste entre minuto 6 y 7:10 y entre 8:13 y 9:00), terminaron de brindarme mayor información al respecto. No digo que esto no ocurriera antes del neoliberalismo y tampoco digo que hoy no pase o que no empeore con el tiempo. Sólo que sabiéndolo, no poder seguir ignorándolo.

Algunos daños son muy difíciles de revertir: si una parte importante o creciente de una generación, padece de desnutrición y falta de estímulo, sus cerebros no se desarrollarán y su capacidad de aprendizaje se limitará más que considerablemente. No podrán desarrollar, ni padres ni hijos, la trama neuronal necesaria para "prosperar", aprender, desarrollar el "sentido común", ni convertirse en trabajadores capacitados. Cada vez más capacitados como requiere hoy el mercado. Luego hablaremos del tema del trabajo y la Economía del Conocimiento.

Y veníamos de una historia en donde era el trabajo era castigo, mal necesario, actividad del mantenimiento de vida, seguro contra el ocio, un medio de realización, una forma de pasar el tiempo... y ahora... una mercancía de poco valor ... y cada vez menor...


Buenos días.


DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.
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