sábado, 11 de septiembre de 2010

Y yo también tengo un blog.

En realidad tengo varios, pero según el tiempo libre que logre exprimir a la vida real, escribo o los abandono temporariamente. Tal vez hacer esto, que al menos yo, hago como válvula de escape, creo que sin trampas, me hace finalmente "integrada".

Las declaraciones de Feinmann no tienen desperdicio. No sé si Eco sigue pensando como en Apocalípticos e Integrados (hace mucho ya que lo escribió y se ganó su derecho a cambiar de opinión, dice Malva Gris). Supongo que Bauman sí mantiene la suya acerca de la cultura administrada (les debo el link). Cuando Bourdieu habla del capital intelectual, precisamente sienta las bases para que nosotros, ingresemos inadvertidamente en la calidad de "pelotudos de Feinmann" (me encanta porque suena a "cuaterniones de Hamilton" o en su versión más vernácula y popular, "los salieris de Charly") o por el contrario, nos coloquemos en la vereda de los apocalípticos. El pobre Feinmann indignadísimo y dolorido por el daño que le hacemos a la letras culturosas, siente que mancillamos algo muy propio y muy querido, como es su intelectualidad. Yo lo comprendo porque a veces me siento así con otras cuestiones. Pero en este caso soy "integrada" y no "apocalíptica". No soy de las consagradas en las letras ni en el pensamiento científico, no soy guardiana del capital intelectual que los novatos desean apropiar. Soy otra del montón anónimo que tiene varios blogs.

Esas declaraciones no tienen desperdicio (y no es una chicana). Supongo que me referiré a ellas en varias opotunidades, pero hoy me limitaré a sólo dos puntos. Cuando dice "No le hagas perder el tiempo al que te lee", en realidad revela desconocer cómo funciona Internet (y también cómo funcionamos los humanos). Cuando vulgarmente se dice que Internet es democrática, podríamos corregir un poco y decir que funciona como un oligopolio. Tantos clicks, tanta PERMANENCIA, te da un nombre (legítimo o tramposo). Pero nada más. Nadie queda preso en una página. Es más que probable que a esta altura, mi ocasional y volátil lector haya abandonado el post en la primera oración, o bien haya comenzado en otro párrafo, que no es el primero ni éste y ya se fue. Esto es así, yo también lo hago. Algunos somos como niños que corremos en una juguetería gigante de un juguete a otro; queremos todo pero el tiempo no da para todo. Así que picoteamos y finalmente abandonamos incluso aquello que nos interesa. Somos muy lábiles en este medio. Picaflores.

Cuánto más si no nos interesa.

La segunda cuestión se deduce del contenido general de su discurso pero aún más de su enojo. Feinmann se enoja, está indignado porque se mancha, se corrompe, se desvirtúa, el oficio del buen escritor, del buen periodista. "Una patada en el culo", significa "ser expulsado por la propia ignorancia de las reglas". Esta ignorancia pone a Feinmann en un papel de apocalíptico respecto de la "cultura" canónica, rechaza y niega la naturaleza de Internet. Ignora o bien niega cómo son las cosas aquí. Éste, ahora es nuestro terreno, y los medios periodísticos son los invasores, la cultura oficial y canónica lo son.

Aquí impera, bajo un supuesto anonimato (en realidad todos estamos siendo observados por ejércitos de robots al servicio de la economía y la política, bajo distintos nombres), lo popular, lo que la gente, desde su ignorancia o desde su experticia, elige y corona. Y aquí nadie pierde. Hay lectores para casi todos. Los segmentos (por mal utilizar una palabrita del Marketing) se construyen solos con poco esfuerzo. Alguien que alimenta las estadísticas de las búsquedas más populares, nunca va a pasar por acá.

Este es el imperio de los integrados. De los que hoy son "integrados".

Y yo no soy "nativa digital" y escribo desde el Gris. Y soy de los tibios que Dios vomitará de su boca.

Buenos días.


URL de las declaraciones de Feinmann:
http://vodpod.com/watch/1523608-jos-pablo-feinmann-contra-los-blogs



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