miércoles, 8 de mayo de 2013

La revolución de la palabra.

La vez pasada escribía que los jóvenes deberían formarse en computación cuántica porque esto abría paso a nuevas revoluciones, una forma más para arrancar de raíz, algunos de los credos que sostienen este mundo contrahecho.

Leyendo a Burroughs pensé, ¿"y si pudiéramos hacer pequeños caos, pequeños bosones de Higgs, con las técnicas que describe Burroughs"? Primero habría que desacreditar a políticos y periodistas, economistas de renombre, ONGs, fundaciones, etc. Yo creo que la multitud de películas catástrofe que hubo en los últimos 30 años nos dicen que el hombre está necesitando el caos, la perturbación inexplicable, incontrolable para poder hacer resurgir su capacidad de tomar las riendas de su vida.

El cine nos regala héroes, que en la vida dentro del sistema eran fracasados, sujetos a quienes nadie daba crédito ni respetaba. Y por no tener nada que perder, tenían la potencia de desafiar todos los temores y vencer con intrepidez, una amenaza  épica, a todo el mundo.

El cine nos dice que estamos necesitando caos para rescatarnos de estos corsets de control por todos lados y en todo momento. Estamos sujetos a tantos controles, que la misma vida ordenada y pautada, es una amenaza a la potencia de nuestra especie. El orden con sus ataduras arbitrarias nos va a destruir como especie.

Hoy es tan fácil trucar una foto, adulterar un audio, crear situaciones inexistentes en un video. Sugerir subliminalmente dosis inimaginables de ilusionismo. ¿Cómo sabemos que todo lo que damos por cierto no son versiones adulteradas de la realidad, de alguna realidad? Como en 1984, en donde la historia se reescribía una y otra vez para que el presente y sus caprichos sean la única opción, la mejor y la más natural.

Si una mañana salieran los diarios y simultáneamente versiones falsas del diario, fotos reales y las mismas fotos trucadas, noticieros adulterados, discursos políticos editados, todo de forma tal que coexistan simultáneamente partes de verdad ensambladas con toneladas de mentiras... ¿cuánto tiempo tardaríamos en dejar de escuchar programas periodísticos, discursos, arengas?

Sería lo más sano.

En esa situación de bombardeo de información falsa, deberíamos volver a establecer vínculos reales con la gente, con nuestros vecinos, amigos y parientes y volver a confiar unos en otros, ante la esquizofrénica realidad adulterada, ahora sí, en forma evidente.

¿Por qué no pensar en una revolución burroughiana?*

Buenas noches.

*El texto que digo es "La Revolución Electrónica" de William Burroughs. El capítulo 1 que contiene la teoría del virus palabra se consigue en la web gratis y legalmente. En esta url hay extractos del capítulo 2, en donde describe las técnicas mixtas del cut-up: http://ynadaquevernomas.blogspot.com.ar/2013/05/la-revolucion-electronica-cut-up-parte.html


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