jueves, 21 de mayo de 2015

Nuevas lecturas, lecturas interrumpidas.

No, no abandoné a Santo Tomás Moro y su Utopía. Tuve que suspender para aprovechar participar de una lectura "coordinada" para poder comentar y discutirla en grupo.

Igualmente ya en la primera parte que había leído había cuestiones inquietantes y no por lo agradables que ya comentaré. Así que suspendí Tomás Moro y continué avanzando con Silvia Federici y "Calibán y la bruja". El post anterior incluye unos fragmentos de este libro que edita Tinta Limón en Argentina pero que se consigue en pdf por Internet.

Fue a raíz de esta lectura que ayer estuve sumergida (apenas un ratito) en un mundo algo extraño. Y luego tuve que probar de salir leyendo una novelita insorporatable que empecé y no sé cómo terminar de digerirla (porque quiero saber adónde me quiere conducir la trama).

El texto presenta varias rebeliones en la Edad Media que ocurrieron en Europa, ligadas a movimientos sociales, varios de ellos en torno a lo que se definieron como herejías.

 Algunos sabrán que ese tema me interesa muchísimo.

Las herejías fueron instrumentos de lucha política al interior de la Iglesia y también al exterior, en la competencia entre el poder temporal de la Iglesia y el de los otros actores aspirantes al poder durante el desmembramiento del mundo feudal.

Ya se las menciona en "El nombre de la rosa" y cuando posteé algo sobre Hipatia, la científica que pereció en manos de fanáticos cristianos a instancias del que luego fue San Cirilo, también agregué algo sobre las herejías que encontré, como forma de eliminar competencias en la centralización de la Iglesia Católica (antes había patriarcados descentralizados con cierto grado de autonomía).

Hice una pequeña búsqueda en mi biblioteca entre novelas y libros de historia, ensayos, libros de Economía o compilaciones sobre distintas disciplinas (filosofía, sociología) que relatan distintos aspectos de la vida medieval y separé los textos que me parecía que podían aportar enfoques complementarios o incluso opuestos.

E instalé una mesita con todo el material de estudio para poder avanzar en pequeños recreítos como el de ayer.

Estoy fascinada por el ambiente entre el S. XI y XVI, época que siempre me gustó y cuya música es una de las que más me gusta desde adolescente. Ahora con más ingredientes y más apasionantes que sólo el arte.


Sobre las sectas, además de localizar varias referencias (sobre todo a los dulcinianos) en "El nombre de la rosa" encontré un libro de Angel Cappelletti que también confirma y amplía en algunos puntos, lo explicado por Silvia Federici y lo novelado por Umberto Eco.

En un post más adelante pondré en limpio estas tres fuentes pues es un tema apasionante.


Buenas tardes.



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