jueves, 12 de diciembre de 2013

Otro diciembre de saqueos II.

Yo no recuerdo haber escuchado, como ahora, algunas opiniones con cierto matiz justificador, en algunos periodistas.

En general, la gente que conozco de clase media, se pronuncia en el mismo sentido de siempre: negros, delincuentes, salvajes. Una indignación por socavar la propiedad que se equipara o incluso supera a otros crímenes, aún más atroces, como el genocidio, la violación o abuso de personas de todas las edades, la trata de personas, etc. Digo esto porque es gente que se expresa con un libreto políticamente correcto (difundido por los periodistas políticamente correctos, sentenciosos) pero sin convicción respecto de estos temas. Y es evidente que se preocupan más por la propiedad y la seguridad vinculada a la propiedad que por las personas y la seguridad vinculada con la dignidad o la libertad de las personas.

Pero lo que me llama la atención es que he escuchado a varios periodistas hablar de varios temas que no recuerdo que se hayan desarrollado con detenimiento anteriormente (sino meramente al pasar como quien no tiene interés en dar entidad al tema): el "hambre" de consumo favorecido por el capitalismo de consumo, el "foquismo", las teorías del desencadenante político (el "aparato" de Fulano, operando en todo el país como en el año tal, o la presión de la policía en connivencia estratégica con tal o cual fuerza política).

Lo que apareció como elemento de entidad (creo que "nuevo") en este saqueo es la formación de defensas formadas por vecinos de los comerciantes atacados. "Milicias" defensivas, incluso armadas.

Y además hoy, se citaba una encuesta llevada a cabo por un diario de Tucumán que decía que, de algunos miles de visitantes, la mayoría decía que después de estos saqueos, la policía ya no era confiable.

Y también se destacaba que los vecinos armaban "barricadas" para esperar a los saqueadores.

Esto trae ingredientes novedosos para mí. Uno, que un periodista remarque este "sentimiento" de los digitalizados de Tucumán respecto de la confianza en la policía. La otra, el uso de "barricadas" como si se tratara de otra cosa, de una resistencia ante un ejército ocupador o represor y no como, en este caso, dos sectores de la sociedad enfrentados.

Y lo más raro de todo para mí es que no es que se pueda decir: "los periodistas de derecha dicen X, los periodistas de izquierda dicen Y, los periodistas oficialistas dicen Z". He escuchado oficialistas decir Y, o los de izquierda decir X, o cualquier otra combinación.

En algún caso también leí de una connivencia de ciertos políticos (no activistas foquistas) preparando el terreno para plantar o fortalecer un candidato, mediante la estrategia de mostrar la necesidad de reforzar las fuerzas de seguridad, de reforzar la necesidad de sanciones, de mayor presencia policial, o de gendarmería. Ya se sabe a qué apuntan este tipo de consignas.

He escuchado también gente hablando en términos de "propiedad" en una forma distinta: destacando algo que mencioné más arriba, esta falta de escala entre la reacción ante la vulneración de los derechos de la propiedad frente al derecho de integridad de las personas. Y esto también es raro para mí. Escuchar a algunos filósofos, periodistas o militantes de partidos o ideologías que nunca cuestionaron la propiedad y sus derechos, pronunciarse en esta línea, como empezando a ver, a descubrir esta otra arista.

Otros comentarios que me sorprendieron han venido de parte de algunos abogados, en este último mes (no antes), y no relacionado con los saqueos, hablando de algo que alguna vez mencioné en algún post anterior: el derecho de propiedad como derecho de restricción, de exclusividad de uso. Jamás había escuchado encuadrar el derecho de propiedad bajo esta perspectiva de boca de abogados.

Pero hay otro tema controvertido de lo que aún no he escuchado hablar y que será tema de otro post porque sonará a derechoso pero que es algo que siempre me quedó "picando" y seré sincera a explicar por qué me hace ruido.

Buenos días.


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