martes, 7 de abril de 2015

Idiota útil.

He sido y sigo siendo una idiota útil. Bueno, todos los somos aun sin saberlo ni reconocerlo, aunque la expresión "idiota útil" tenga alguna connotación que desconozco que a algunas personas algo mayores que yo les resulta especialmente ofensivo.

Alguna vez (creo) conté una de las varias ocasiones en que fui idiota útil, lo noté, y me salí.

A veces me doy cuenta de que estoy haciendo el caldo gordo a alguien que no querría que se beneficiase a mi costa pero no veo otra salida. Esos dilemas en que si estás beneficiás a uno y si no estás beneficiás a otro y ninguno de los dos te gusta. No es fácil encontrar alternativas a veces.

En este caso todo viene a cuento de un libro que estoy leyendo ahora. Lo había empezado el año pasado y debí suspenderlo. Ahora estoy finalizando varias de esas lecturas suspendidas y le tocó el turno al "Manifiesto Telecomunista" cuyo nombre confunde en Argentina pero que sería bastante más claro en Alemania en donde tiene otros significados específicos que se diluyen en la anécdota de la introducción. El texto hasta donde leí no tiene desperdicio. Es para subrayar cada párrafo porque hay montones de ideas y definiciones condensadísimas pero en esta ocasión me limitaré a unos pocos párrafos.

Transcribo esos textos y se entenderá por qué el título de este post de este blog es "idiota útil".

"La Web 2.0 emergió como el paraíso del capitalismo de riesgo, donde inversores se meten en el bolsillo el valor producido por usuarios no pagados, se montan en las innovaciones técnicas del movimiento del software libre y matan el potencial decentralizador de la tecnología de pares. (...)
Una compañía de la Web 2.0 cambia fundamentalmente la producción del contenido en Internet. Las aplicaciones web y los servicios se han vuelto más baratos y rápidos de implementar, y al permitir a los usuarios finales acceder a estas aplicaciones, una compañía podía tercerizar efectivamente la creación y la organización de su contenido a los mismísimos usuarios finales. En lugar del modelo tradicional de un proveedor de contenidos editando su propio contenido y de un usuario final consumiéndolo, el nuevo modelo permite al sitio de la compañía a actuar como un portal centralizado de usuarios que son a la vez consumidores y creadores. (...)
El uso de aplicaciones web para reemplazar el software de escritorio es mucho más significativo para el usuario cuando se trata del contenido que no es meramente textual. No sólo las páginas web pueden ser creadas y editadas en el navegador sin tener que comprar software de edición HTML, las fotografías pueden ser cargadas y manipuladas en línea sin costosas aplicaciones de escritorio para manipulación de imágenes. Un video hecho en la cámara de un consumidor puede enviarse a un sitio de videos, subida, codificada y embebida en una página HTML, publicada, etiquetada y sindicalizada a través de la web sin dejar el navegador. En el artículo de Paul Graham sobre la Web 2.0 él diferencia los roles de la comunidad/usuario más específicamente. Esto incluye al profesional, al amateur y al usuario (más precisamente, al usuario final). Los roles del profesional y el usuario eran, siguiendo a Graham, bien entendidos en la Web 1.0, pero el amateur no tenía un lugar bien definido (Graham, 2005b). Como Graham describe en “Qué pueden aprender los negocios del Código Abierto”, el amateur ama trabajar, sin preocuparse por compensación o reconocimiento alguno por su trabajo. En desarrollo, el amateur contribuye al software de código abierto mientras que el profesional es pagado por su trabajo propietario (Graham, 2005a).
La caracterización que hace Graham del “amateur” tiene una extraña semejanza a Si tuviera un circo, de Dr. Seuss, donde el joven Morris McGurk dice al staff del imaginario Circo McGurkus:
Mis obreros aman trabajar.
Dicen, “¡Trabájanos! ¡Por favor hazlo!
Trabajaremos y trabajaremos tantas sorpresas
¡Que nunca verías la mitad aunque tuvieras cuarenta ojos!” (Seuss, 1956)
Y mientras el término “Web 2.0” puede no significar nada para Tim Berners-Lee, quien ve a las innovaciones recientes como nada más que un desarrollo continuado de la Web, para los capitalistas de riesgo, que como Morris McGurk sueñan con trabajadores incansables produciendo contenidos infinitos sin demandar un salario, suena estupendo. Y en efecto, de YouTube a Flickr a Wikipedia, verdaderamente “no verías la mitad si tuvieras cuarentas ojos”. Tim Berners-Lee tiene razón. (...)
Si Web 2.0 significa algo, este significado descansa sobre la racionalidad del capital de riesgo. La Web 2.0 representa el retorno de la inversión en emprendimientos de Internet. Despúes de la decadencia puntocom (el fin real de la Web 1.0), aquellos que buscaban inversiones en dólares necesitaban una nueva razón para invertir en emprendimientos en línea. “Constrúyelo y ellos vendrán”, la actitud dominante del boom puntocom de los ’90, junto con la delirante “nueva economía” ya no eran atractivos despúes de que tantos emprendimientos fallaran. Construir infraestructura y financiar la capitalización real ya no era lo que los inversores buscaban. Capturar el valor creado por otros, sin embargo, probó ser una propuesta más atractiva."

Lo único que me consuela es que este blog casi no tiene visitas, salvo algún pico ocasional cuando alguien nuevo me conoce y me googlea con cierta habilidad y quiere saber quién soy a través de qué produzco.

Buenas noches.


DELIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD: Todas las afirmaciones de este blog son libres interpretaciones mías, sujetas a posibles, abruptos y arbitrarios cambios de opinión sin aviso previo.

viernes, 3 de abril de 2015

Sin remedio.

Etkin, mi profesor de Estrategia en la Maestría en Administración (MBA) revalorizaba la "estrategia emergente". Mejor me explico antes de avanzar.

El tema de estrategia siempre me interesó mucho y en la medida que he ido leyendo... muuuuuy de a ratos... me doy cuenta que cada vez sé menos del tema. O sea, cuantas más fuentes leo, mayor visibilidad tengo de todo lo que me falta.

Entre las cosas que leí en esa época estaba Michael Porter (Estrategia competitiva) y Henry Mintzberg (Safari a la estrategia). Siempre dentro del campo de la estrategia en el campo económico de corte liberal y neoliberal.

En Minztberg había visto cómo históricamente en el Siglo XX (no antes) se desarrollaron distintas escuelas de pensamiento, una de ellas, dominante al menos en FIUBA y creo que también Ciencias Económicas, que es la Escuela de Planificación, que se cuela absolutamente en todo lo que es Planificación Estratégica tanto desde el punto de vista gerencial como de Marketing y de Sistemas.

La escuela de planificación en donde uno dedica ingentes horas a planificar y gestionar los riesgos, tiene un fundamento no dicho que es una aproximación a la omnipotencia: planifico y planifico, gestiono los riesgos y así bajo la incertidumbre y cumplo mis objetivos formales, declarados y medibles.

Nada nuevo.

Ahora Etkin introdujo (como en El Origen la peli en donde se "siembra una idea" en lo profundo de la mente) la idea de la estrategia emergente.

La estrategia emergente se opone (no en palabras claro) a la escuela de planificación, o sea, dice no declaradamente "SE HACE LO QUE SE PUEDE". O bien "LO QUE SALE, SALE" que es más o menos lo que pasa en la realidad cuando los recursos son más que limitados.

¿Cómo saber si lo que ocurre es lo que salió o lo que se planificó? Yo creo que sólo se puede planificar en pequeña escala pero que a gran escala, domina la estrategia emergente. O sea, hay intencionalidad en gran parte de las medidas y en muchos casos los resultados coinciden con lo planificado... pero...

PERO que en vistas de los resultados quedan sólo dos alternativas: o lo dejamos como está (porque no se quiere o porque de chiripa quedó tal como esperábamos o mejor ) o remediamos.

La AUSENCIA de remediación en muchos casos implica que lo que efectivamente ocurrió era lo que esperábamos o INESPERADAMENTE mejor que lo que esperábamos.

O sea, queríamos hace A pero salió D. ¡¡Pero D nos viene mejor que A!! Dejémoslo así.

Yo creo que el mundo que tenemos hoy no fue el planificado hace 50 años. PERO SALIÓ MEJOR DE LO QUE ESPERABAN, así que NO REMEDIEMOS, AHONDEMOS.

Este mundo no es el que yo querría, pero evidentemente está muy en línea con lo que esperaban los que tienen los medios de ahondar o remediar... y remediar, no remedian...

En definitiva lo que yo creo es que EN ALGÚN CASO, las cosas salen como se planean pero tratándose de seres humanos, a gran escala, si sale como estaba planeado, es de chiripa. Lo más frecuente es que no salga según lo planeado, y en ese caso evaluamos qué salió.

Si miramos la historia, los hechos demuestran cuáles han sido las intenciones... sólo por todo aquello que NO FUE REMEDIADO y por los pobres esfuerzos de moderar los resultados desastrosos, ocultando gran parte de aquello que haría que hasta el menos sensible estallara de ira.

Las globalizaciones, dicen los estudiosos, han sido 4 a lo largo de la Historia, y no se llevaron a cabo sin sangre.

Las "revoluciones" industrial, de las comunicaciones, de la tecnología no han sido tampoco revoluciones sin sangre. Y han dejado secuelas no remediadas, ahondadas y tergiversadas por ocultamientos, mentiras y EUFEMISMOS por grandes sectores de cómplices que prosperan en función del estado actual de cosas, es esa inmensa cantidad de situaciones no remediadas.

La enfermedad y el negocio de la "salud", las guerras santas y non-santas, las cazas de brujas e inquisiciones, la repartición del mundo en la andanada de formación de estados-nación, la mutación de las esclavitudes a lo largo de la historia, el negocio de los encierros (hospitales, asilos, cárceles), el encarrilamiento de la obediencia y el adoctriamiento en el pensamiento único (la escuela, la fábrica, la TV, los shows sensibleros de la caridad y la solidaridad, la religión), se disparan sí, casi descontroladamente, y sus efectos NO SE REMEDIAN porque no hay intención de remediarlas.

Digo casi descontroladamente porque habiendo visto sus efectos y "viendo Dios que era bueno" no se han dejado de ejecutar, se "aggiornan" a los tiempos.

Por eso considero que más allá de las intenciones declaradas hay que MIRAR LOS HECHOS, lo que realmente ocurrió, con qué secuelas quedamos, qué no se resolvió, qué se denuncia y se desoye sistemáticamente, qué se oculta, qué se tergiversa y ahí encontraremos la verdad, la verdadera intención. No en lo dicho sino en lo ocurrido y no remediado.

Habiendo sido creado Dios a imagen y semejanza del Hombre, demos una segunda lectura al Génesis: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el sexto día." O sea, si lo que resultó está más o menos "bien" dejémoslo así.

Cuando tenía 8 años y supe que había pueblos, personas como yo en Argentina cuyas tierras ocupamos hoy, yo dije "pero hay que devolverlas". "¿Te vas a quedar sin casa?", recibí por respuesta. Con mis 8 años no tuve respuesta.

Hace unos pocos años atrás escuché algunas cosas que no me contaron de la Conquista del Desierto en el colegio. La separación de las familias, el destino de los hombres a las plantaciones y las mujeres y los niños a la servidumbre... regalados.

En la Historia de los estados ha habido montones de expropiaciones con distintos fines declarados. Sin embargo no ha habido expropiaciones para remediar las fortunas de los grandes terratenientes beneficiados por la Guerra del Desierto, por ejemplo. La acumulación a costa de sangre explícita. Todo lo contrario, hoy en día, se sigue AHONDANDO.

Petróleo, soja, negocios inmobiliarios... Eso no se toca. Ahí está la intención. Ahí está la estrategia.

Buenos días.


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